Torni Segarra

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1419. Como el observador es lo observado, es una ilusión creer que alguien pueda ser especial, un fuera de serie. De manera que, no le afecten las consecuencias de estar vivo.

La pregunta: ¿Puede desaparecer definidamente el ‘yo’ para que no vuelva nunca más? ¿Puede una persona, por mucha santidad que tenga, un maestro, un gurú, un salvador, deshacerse definitivamente del ego, del ‘yo’?  

 

 

1420. La ilusión es creer que el que piensa, el pensador, es diferente del pensamiento. Es decir, esa ilusión es la base de nuestro pensar: malo y bueno, amigo y enemigo, yo y tú, él y los otros, nosotros y ellos.

Y ese es, todo nuestro condicionamiento, que lo llevamos a todos los ámbitos de la vida: con la naturaleza que creemos que es nuestra enemiga, los animales, las plantas, el frío, el calor, la lluvia.

Lo mismo sucede con nuestras relaciones cotidianas, vemos a la pareja, a la esposa, al marido, a los hijos, a los empleados, a los oficinistas, a los profesores, a los policías, a los que nos ayudan, como algo diferente de nosotros. Y por eso, nos dividimos de todos ellos, no tenemos empatía para que llegue la relación de orden, del amor.    

 

 

1421. Todos tenemos personas que concuerdan con nuestra manera de vivir. Pero hay otras, que disienten de nuestra manera de vivir. Nos pueden decir que somos tóxicos en las relaciones con ellos. Pero eso mismo decimos nosotros de ellos: que son perturbadores, generadores de relaciones tóxicas.

Pero si nos damos cuenta de que somos básicamente igual, entonces esa relación tóxica desaparece.

 

 

1422. Hace unos meses, leí unas declaraciones accidentalmente, de una persona, argentina, que acusaba a una mujer joven mulata, que se había quedado embarazada, con toda clase de palabras soeces. Le decía que era una puta, sucia, guarra, toda clase de palabras humillantes. Que el que la había dejado embarazada, sería una porquería como ella. Que debían de matarla.

Todo eso lo publicó en su muro, como si fuera lo más natural del mundo.

 

 

1423. Hay que ser muy valiente, no tener ningún miedo en absoluto, para ser un libro abierto que todos lo pueden ver, leer. ¿Puede haber una persona así? A veces, uno es valiente, sin miedo. Pero otras veces, el miedo prosigue ahí.

Lo que quiere decir, que hemos de atenernos a los hechos de la vida, tal y cómo es: con miedos, sin miedo, con felicidad, alegría, con tristeza, desgracias. Aunque si lo comprendemos, entonces todo toma otra dimensión, que está más allá de toda esa vida tal y como la conocemos.  

 

 

1424. Sentí vergüenza ajena, sorpresa. Porque esa persona con ese lenguaje tan cruel, leía asiduamente mis comentarios, ponía me gusta.

Y es que las personas somos sorprendentes. Todo dependen del reto que nos llegue. Si nos desbordan los retos, puede suceder lo que no teníamos previsto. Y por eso, somos violentos, hacemos la guerra. 

 

 

1425. El Corán, como todos los libros llamados sagrados, para contentar y atrapar a todos, ha de abarcar tanto al mal como al bien.

Lo que sucede ahora, es que el equilibrio mundial se ha alterado de manera, que los que antes recibían las maldades, ahora ellos también las hacen contra los que consideran que son sus enemigos, en sus países, ciudades.

Y claro, como eso parece nuevo: que venga el enemigo a tu casa y te quiera matar, te mate, eso nos enloquece. Nos llena de pánico, temor, rabia. Nos hace que deseemos exterminarlos de todas las maneras. Mediante la guerra, como siempre lo hemos hecho. Y lo haremos.  

 

 

1426. Todo dependen de la dirección que tomemos hacia dónde queramos llegar. Tarde o pronto, eso de una manera o de otra, se manifestará. Pues si queremos ir al sur, no podemos ir hacia el norte. 

 

 

1427. La pasión, cuando se convierte en fanatismo, es cuando llegan las desgracias, los desastres. La pasión, ha de ser compasión, amor.   

 

 

1428. También se puede decir: primero es la conciencia, luego la percepción y finalmente la acción.

Cuando percibimos algo claramente, esa percepción le sigue una acción directa, total. Y esa acción, es orden. 

 

 

1429. Como todo está unido entre sí, de una manera fatal, lo perfecto y lo desgraciado no es sólo de uno. Sino de todos. Nosotros creemos que somos lo más importante, pero no lo somos.

Pues todos, queramos o no, somos igual de importantes para que la vida funcione y prosiga como lo hace.  

 

 

1430. Un niño, no es un niño sólo. Es un ser humano, que tiene vida propia, tiene sus necesidades. Que está expuesto a todas las miserias y maldades de la vida. Que ha de ser afortunado al nacer, para que las personas que le atiendan sean compasivas con él, lo traten con amor. Por eso, los niños son algo muy serio. 

 

 

 

1431. El tiempo sólo tiene su utilidad cronológicamente, para saber a qué hora sale el autobús. Pero en el ámbito espiritual, psicológico, es un impedimento, un obstáculo. Ya que nos divide, fragmenta, internamente.