Torni Segarra

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63. Si no hubiera conflicto interno, no habría ningún problema de relación, de expresión, de libertad a la hora de expresar lo que sentimos.

 

Por eso, es al conflicto que hay entre la parte que quiere la libertad de expresión, de desfogarse, y la parte que no quiere esa libertad por miedo, superstición, condicionamiento, el problema que hay que resolver.

 

De manera que todo intento de ser integro, completo, sano, mientras no se comprenda ese conflicto no podrá ser. Pues la comprensión es inteligencia, lo que genera el orden.

 

 

 

 

64. Todo está unido. De manera que, si uno es honesto, va a generar orden. Y ese orden va afectar a la sociedad, a la política, a toda la humanidad.

 

 

 

 

65. Yavelys. Si te conviertes en una guerrera, tendrás la belleza de las guerreras. Es decir, harás la guerra con toda la miseria que genera. Eso no quiere decir que hay que aceptar toda la estupidez, la deshonestidad del establishment.

 

 

 

 

66. Para comprender la conciencia uno no tiene que ser nada, para poder ser todo. Nada quiere decir, que sólo ha de haber percepción de lo que se ve sin querer cambiarlo. Pues al no haber deseo, la misma realidad se cambia ella misma. Mediante la ley de que el caos genera el orden. Y el orden genera también su caos. Por lo que todo está unido, tiene su armonía, su orden.

 

 

 

 

67. El proceso es la vida misma. El proceso es ver toda la trama de la vida e intentar vivir sin que esa trama nos convierta en neuróticos, nos destruya. Es decir, no hacer otro problema de los problemas que tenemos, porque ese proceso es infinito: un problema hace, genera otro problema, que a su vez genera más problemas.

 

Pero si estoy atento a un problema, me muevo con él; de manera que el mismo problema me muestra su solución.

 

 

 

 

68. Es preciso expresarlo todo para ver en realidad cómo somos. Pues cuando nos damos cuenta que somos como todos, es cuando existe esa empatía, la paz y el sosiego.

 

 

 

 

69. El amor, que es libertad, también admite la contradicción. Pues el amor no es como la estricta receta de un plato de cocina.

 

 

 

 

70. Si echamos un vaso de agua a un río, esa agua al entrar en el río se convierte en la totalidad del río. De la misma manera, todo lo que existe está unido, relacionado. Aunque psicológicamente, al generarse el ‘yo’ este se divide de lo que está sucediendo; se divide de las personas.

 

 

 

 

71. A veces uno está en la montaña y se pregunta ¿dónde está la montaña?

 

¿El dolor es la enseñanza, el que genera el caos que todo lo conmueve, que nos lleva al abismo para poder ver, comprender?

 

 

 

 

72. Lo que falta es amor. Si hubiera amor, no habría problemas.

 

Así que, los que de todo hacen un problema, esos no tienen ni compasión ni amor.

 

 

 

 

73. Si hubiera amor de verdad, primero no se hubieran hecho esas masacres y destrucción. Y ya que sí que lo han hecho, ahora deberían ayudar inmediatamente a reconstruir sus hogares, calles, pueblos, ciudades. Pero no lo harán, porque no hay compasión, no hay amor.

 

 

 

 

 

74. La cuestión está en no ser ni guerrera ni princesa, sino un ser humano tal y como somos. El orden llega cuando no nos dividimos de lo verdadero, de la realidad. Pues, al no gustarnos la realidad, inventamos otra realidad que sí que nos gusta. Pero, el resultado es que, al dividirnos de la realidad, lo que llega es más de lo mismo de lo que queríamos eludir: la confusión, el desorden, el sufrimiento, el dolor.