Torni Segarra

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2967. Conozco esas personas, amargadas. Y por eso, ponían y ponen todo tipo de obstáculos. Creo que esas personas -hay muchas-, son como si fueran inmigrantes que odian el lugar donde viven, porque no pueden empatizar con las personas que conviven.

Es como algunos musulmanes, que, aunque viven aquí, no se sienten integrados dentro de ellos con el lugar. Y por eso, lo manifiestan rechazando todo lo que pueden, para que no se manifieste la libertad, para que todo vaya a peor. Es como la venganza por su amargura que sienten.  

 

2968. ¿Por qué os negáis a la evidencia de que el gobierno, ha actuado como un chapucero, un marrullero, que lo ha desordenado todo, generando desorden, anarquía? Con lo poco que cuesta hablar, dialogar, pactar, compartir, tener empatía, compasión, amor.

Pues los agravios, las humillaciones, van a generar desorden. Más aún, si quieren prohibir, eliminar la libertad. ¿Saben por qué? Porque, la libertad es amor. Esa ley no está escrita. Esa ley sin estar escrita, es universal.

Y el que quiere destruirla, se está destruyendo el mismo. Como lo estamos viendo cada día, con la anarquía creciendo en todas partes. Pues, todo está unido, interrelacionado.

 

2969. En la vida, incluyendo a la política, todo no está ya dicho. Todo puede suceder. ¿Por qué, estáis cerrados con una idea muerta -todas las ideas son del pasado, del ayer ya sea de unos minutos como mil años, es decir no sirven-?

Tienes que saber, que la libertad es amor. Y con eso, ya está todo dicho. Ahora tú, has de ser capaz de hacer esto tuyo, comprenderlo. Y verás cómo los problemas no son como tales. Si no, que serán un gozo, una dicha de vivir. 

 

2970. Toda la miseria humana se puede ver en Palestina: unas personas que desde que son niños pequeños, les explican, les informan, les enseñan, con todo tipo de detalles, que sus abuelos, y antepasados, sufrieron el racismo, la xenofobia más cruel, despiadada. Que mató a millones.

Ahora, desde hace unos setenta años, ellos hacen lo mismo: son crueles, asesinos, ladrones, torturadores, humilladores, con los árabes, musulmanes, etc., palestinos.

Y, lo mismo como a sus abuelos, y antepasados, ninguna autoridad, del establishment, les hace caso. Ni los defienden, no les tienen compasión. Parecen indiferentes, insensibles, al dolor, al sufrimiento.

Que una especie de invasor, los ha encerrado en un campo de concentración de cuarenta kilómetros. Donde viven aislados del mundo, dominados, vigilados, por ese cruel, inmoral, invasor. Que nadie, verdaderamente les ayuda, Pues, toleran al invasor todas las maldades que hace, la inmensa miseria a que los ha condenado a vivir.

 O sea, que las víctimas, que tanto se quejaron, y aún se quejan -sus descendientes, familiares, etc.-, se han convertido en unos crueles e infames verdugos. 

 

2971. “El amor no se cultiva”. Esa frase, tal como se ha escrito es por donde llega la confusión. Pues, en psicología, en lo espiritual, decir no a algo, es bloquearse, bloquear la vida.

Dicho esto, vamos a ver eso de que ‘El amor, no se puede cultivar’. Empezaremos por decir, que la vida tiene una parte absurda, sin sentido, y otra que puede tener sentido, armonía, belleza. Son como dos caras de una moneda.

Cuando aparece, usamos la palabra amor, habría que empezar por respondernos, ¿qué es el amor? Si es que se puede explicar. Pues el amor, está más allá de las palabras, conceptos, lógica, las leyes, cualquier cosa que digamos.

Porque, las palabras no son hechos -aunque también pueden forman parte de un hecho, como luego lo veremos-, ellas van detrás de los hechos, que son una manifestación del amor, de la realidad, de la verdad, de la vida. Como el amor, es atemporal, es eterno, el tiempo psicológico del antes, después, del presente, son un impedimento, un obstáculo, para que el amor pueda florecer. 

De la misma manera que el amor, es atemporal. También es, lo total, lo completo, holístico, lo que lo abarca todo. Nadie ni nada se le escapa. Y por eso, decir que el amor no se puede cultivar, es salirse del ámbito del amor. Es decir, es matar el amor. Porque, el amor no puede prohibir.

Es como decir, prohibido prohibir. Pues, todo se ha de manifestar, transformar, realizar, que es el nacer, crecer, vivir y morir. De una manera imparable, implacable, donde los obstáculos que pongamos no van a servir para detener ese proceso universal. Donde la física, la química, todo, lo que existe han de hacer posible la vida. Y que es, lo que hace que vivamos, estemos vivos.

Es preciso ser libres para poder cuestionar, inquirir, ir más allá de todo lo que se ha dicho, lo que se dice. Ya sea por el maestro o gurú preferido, que nos cae bien porque lo que dice nos conforta; ya sea, por los que dicen que saben.

 

Pues, como no somos totales, pues el condicionamiento nos obstruye el que podamos ver la verdad, la totalidad de la vida, cada uno tiene sus necesidades. Que le hacen ver una realidad, que es su realidad, adecuada; pero que, esa misma realidad es vista de otra manera, porque le conviene a otro. Por eso, el amor no se puede, y sí se puede, cultivar. Todo depende, de cómo lo hagamos. Si lo hacemos con amor, si hay amor en lo que hacemos, en lo que estamos haciendo, el resultado, la consecuencia, lo que llegue, será más amor, el mismo amor, ¿no?