Torni Segarra

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¿Todo lo que has hecho, lo has hecho de corazón? No te parece que eso no es posible. Pues algo habrás hecho de una manera ganancial, a manera de negocio, un trueque, ¿Por qué nos consideramos como si fuéramos únicos, especiales, cuando somos como todos básicamente, es por creer vernos importantes, alimentar nuestro ego, el ‘yo’? Inventar otra realidad, lo que me gustaría que fuera, porque la realidad no me gusta ni satisface, eso es continuar con todos los problemas que no queremos.
 
El miedo es una reacción física y psicológica ante un peligro. Es algo que está ahí por el diseño original para que la vida pueda ser como es. Lo negativo del miedo es proyectarlo hacia el futuro, o recordar el miedo del pasado. Porque, eso interfiere en el reto del presente y nos divide del ahora, que es cuando sucede la realidad verdadera, que no tiene nada que ver con lo que me gustaría que fuera, otra realidad que me conviene más.
 
En el acto de dar no hay nada que nos divida, como si se lo damos todo, si es la persona equivocada o no. Eso llega después de amar, cuando evaluamos, contrastamos, nos decimos estuvo bien, pero faltaba más, etc., para que fuera perfecto. Pero, todo eso ya no tiene sentido. Porque el amor es ahora, siempre ahora. Y luego cuando lo examinamos ya no lo es, es otra cosa, cosas de la mente y el pensamiento.
 
Cuando esperamos que venga el viernes, el sábado, el domingo, o cualquier otro día que creemos especial, es que algo no funciona bien en nuestras vidas. Todos los días son esplendidos, hermosamente perfectos, somos nosotros los que los hacemos feos o no,
 
Querer hacer el bien y esperar los buenos resultados es un negocio que puede salirnos mal. Todo en la vida no es en una misma dirección, bajo nuestro punto de vista subjetivo, personal. Cierta vez, una persona que iba por el bosque oyó los gemidos de un tigre. La persona se acercó con cautela al ver que los gemidos eran continuos, llenos de amargura. Al acercarse vio en un hoyo a un tigre, que había caído sin poder salir, que parecía hambriento de algunos días sin comer.
La persona pensó que tendría que ayudar al tigre a salir del hoyo. Así que, cogió un gran madero para que pudiera salir. Pero pensó: ahora cuando salga el tigre como estará hambriento querrá comer y podría matarme. Así que tendré que hacer las cosas de manera para ponerme a salvo.
 
Las sandalias, con tantas hebillas y cierres, ¿no son de mal gusto, un derroche y despilfarro? ¿La belleza, para que sea, no ha de ser natural, sencilla?. Sobre todo la belleza que generamos las personas. Pues cada paso que damos, destruimos todo clase de vida. ¿Hemos pensado en un paseo por el campo, o el bosque, la cantidad de vida que destruimos? Por eso, en la necesidad está la belleza, la hermosura, su limpieza y no corrupción.
 
Primero que nada: ¿Por qué el santurrón del D. Lama, consintió y consiente, esa injusticia contra las mujeres? Un poco más sobre él: ¿Por qué tan pacifista que se proclama visitaba al Sr, Bsuh, junior, cuando invadió Irak, lo bombardeaba cada día, con sus matanzas en masa, sus humillaciones e inhumanidades en todos los ámbitos? Ni una sola vez cuestionó esos bombardeos de día y de noche, que han destrozado y destruido Irak, donde aún se repiten continuamente las explosiones de coches bomba, sin un rumbo político de estabilidad. Eso sí el petróleo y los bienes que robaron los EE.UU. y los europeos, eso si que fluye, las bases militares permanentes están allí. Y el D. Lama, mudo, sin enterarse, siempre con su amigo del alma, el Sr.Bush. Todo por la locura política, mundana, del problema de su teocracia del Tíbet, que dice que es suyo, sus palacios, monasterios, sus abundantes tierras que arriendan a los miserables labradores, a los que explotan y desangran. ¿Es eso la religión de la paz, de la no violencia, si ellos mismos son los que siembran la violencia con sus abusos e injusticias?
En cuanto al problema de las mujeres y el feminismo, te transcribo dos comentarios que he escrito para una mujer que más o menos es feminista: ‘Ser feminista –creerse diferente a los hombres- es como ser nacionalista: creerse que su país –o su pueblo- es lo mejor que hay. Pura superficialidad e ignorancia, que causa tanta desdicha, división y violencia’, y: ‘Ser machista y ser feminista es lo mismo, son dos extremos, que se quieren destruir, aunque usen la cortesía y la hipocresía, los halagos y boberías’.
Respecto de las supersticiones, ideas, teorías religiosas, o de la clase que sean, todas son negativas, pues nos dividen de los demás, de los otros que también tienen sus ideas y teorías. Que dicen que son auténticas y verdaderas, porque las necesitan para vivir, ya que se han hecho adictos a ellas. Y si hay división, ya sabes que llega el conflicto con los demás. Y si hay conflicto, ¿qué podemos hacer de verdadero, sagrado, intemporal? Dónde hay conflicto no puede haber amor, sino lo viejo y repetitivo: enfrentamientos, crueldad, violencia y guerra. Pues, el conflicto es identificación, dependencia, estar poseído por algo que creemos que es verdadero. Pero eso que creemos que es verdadero, solamente puede llegar cuando renunciamos y negamos eso que decimos que es verdadero.
 
Nosotros nos hemos convertido en basureros, generadores de basura. Pero, no una basura orgánica, sino una basura que es un verdadero veneno.
 
¿Es decir, que quieres complicar las cosas a los demás, quieres atraparlos? ¿En eso hay amor? ¿O, el amor está en la libertad absoluta y total para hacer lo que tengamos que hacer?
 
Por eso, las palabras, lo que se dice, no es lo real. La palabra amor, cuando la mencionamos y la usamos, ¿quiere decir qué amamos o es un sucedáneo de ese amor que es indescriptible?
 
Sólo los ignorantes se creen que son hindúes, africanos, europeos, mejicanos o colombianos, etc., cuando solamente somos seres humanos, básicamente iguales en lo esencial. Esa ilusión de creerse diferente, es la que nos divide de los demás, haciéndonos insensibles, entrando en conflicto, enfrentándonos, agrediéndonos. ¿Por qué no vemos todo el daño, el horror, de vivir dividido y enfrentado de los demás, creyéndose algo especial de los otros? Si viéramos claramente lo que genera la división –violencia, crueldad, guerra, sufrimiento-, seguro que no haríamos esa división tan estúpida, superficial entre mujer y hombre.
 
¿Perdón y venganza pueden ir juntos? El que se venga, está fuera de sí por el odio que tiene dentro de él por haber sido ofendido o maltratado. ¿La venganza resuelve los problemas o les da continuidad, como el pez que se muerde la cola?