Torni Segarra

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Para David Agus, oncólogo, profesor de la Universidad del Sur de California.
 He leído tu entrevista en el diario…, de ayer.
Gracias por las informaciones y comentarios.
¿Puede la realidad comprimirse en palabras, en unos consejos, en conceptos e ideas, en teorías? La realidad es algo vivo y cambiante, es lo nuevo, lo que no ha sido tocado por nada. Cada especialista mediatiza con su condicionamiento, cada análisis, cada descubrimiento que haga. Por eso, mientras estemos condicionados todo va a ser una continuidad de ese condicionamiento.
El condicionamiento, es todo lo que hemos heredado, todo lo que hemos sido durante millones de años. Y ese condicionamiento se manifiesta como miedo, temor, desconfianza, agresividad, violencia. Que son las consecuencias de la división interna, que es la manera como hemos sido programados desde el principio. O sea, que el miedo es el resultado del estar dividido y fragmentado internamente.
Así que el miedo está en la base de nuestra psicología -no el miedo físico que tiene su sentido y su lugar-. Por lo que nuestra actitud es luchar para vencer ese miedo, que nos provoca tanto temor a todo. Y es desde ahí, empujados por ese miedo, por lo que hemos inventado e inventamos sin parar para ver la manera de derrotar a la vida. Pero, a la vida no se la puede derrotar, ni vencer. Solamente podemos cooperar con ella. Y para eso, es preciso comprender cómo funciona la naturaleza, cómo funciona la vida, cómo funciona nuestro pensamiento.
De lo contrario seguiremos corriendo ante una meta que no existe, porque esa menta no tiene llegada, porque esa menta es parte del infinito. O, seguiremos buscando la seguridad a costa de la explotación con violencia, con invasiones, con guerras, contra los otros, Y todo esto es lo que hemos venido haciendo por los últimos millones de años. Así que sin un cambio dentro de nosotros, en el que veamos todo el peligro que lleva consigo el querer imponer nuestra realidad, a costa de la realidad de los otros, nos va a hacer a que sigamos devorándonos unos a otros. Todo está unido y relacionado entre sí: uno no puede ser un buen médico -no el médico convencional, etc.- sino el que cura a toda la humanidad, y a la vez tolerar y aceptar la corrupción en la manera de vivir en la que se acepta y tolera la violencia y la guerra.
Eso es el absurdo del vivir. Es como si yo te digo que te quiero a ti, pero te robo, te obligo a que aceptes mi invasión de tu casa, te exploto, te mato a tus parientes, amigos y conocidos, destrozo todo lo necesario para que puedas vivir. ¿Puede desde esa actitud haber amor? Pues si no hay amor, no hay manera de curar a las personas, no solamente a una si no a todas. ¿Puede eso ser, un acto completamente holístico, completo, total? Eso sólo puede ser cuando uno es también holístico, completo, total. Es decir, cuando uno va más allá de lo conocido y repetitivo, que es todo lo que genera el ‘yo’, es cuando puede llegar el amor que es curativo y promueve la vida, que incluye la muerte.
 
La guerra, la violencia, el terrorismo mata. Pero, la corrupción cruel, que roba y empobrece estrangulando a los más desfavorecidos, también mata y asesina. Además de ser la causa principal de la guerra, la violencia y el terrorismo.
 
Al final, y desde el principio, todo es moral. Que es abstenerse de hacer algún daño a sabiendas.
 
En este caso es de derechas. Como otras pueden ser de izquierdas. Con todo lo que ello conlleva consigo de prejuicios y condicionamientos.
 
Para Yves Leterme, secretario general adjunto de la OCDE.
He leído tu entrevista en el diario…, 14-5-2013.
Gracias.
No puedo añadir mucho a todo lo que has dicho. Pues, tú sabes que eso que se hace no va a resolver los problemas. Aunque todos los pobres de la tierra salgan de su pobreza y miseria, y consuman bienes y servicios, para mantener el crecimiento global y el nuestro, eso es estirar y huir del problema que es la corrupción, es decir la manera indolente y desordenada de vivir. Lo que tú dices es lo siguiente: estás muriéndote de hambre, mientras otros viven destruyendo millones de toneladas de comida y de todo lo necesario para vivir. Pero no te preocupes que te daremos un poco más de comida, para que así puedas vivir más y poder explotarte, robarte tu energía. Para yo poder seguir viviendo en el despilfarro, en el derroche, viviendo en la absoluta inmoralidad que todos los poderes me lo toleran: las leyes -que inventan los políticos-, los policías, el ejército.
Ese cuento, es tan viejo como el ir andando. Ese cuento es el del egoísmo, de la insensibilidad, de la indolencia, de la maldad y la crueldad. Porque ese cuento nos aboca al enfrentamiento, a la agresividad, a la violencia y a la guerra. Porque, es que los ricos no responden a los retos de la pobreza, de la miseria de los desahucios y los suicidios que provoca. Esta mañana he leído que un hombre se había colgado en su garaje, después de recibir la orden de ejecutar el trámite para echarle a la calle.
Sería interesante, ¿qué pensarías si el que se suicidara fuera tu hijo, tu amigo, el vecino, que dirías, qué harías?
Es porque nos creemos especiales, diferentes, como hemos desarrollado de tal manera la corrupción, que nos hemos hecho inmorales de manera que no vemos ni el mal que hacemos a los demás. Ni tan siquiera vemos que eso que hacemos es dañino, cruel y despreciable. Ahí están los bombardeos diarios, donde participan todos los países ricos y poderosos, donde se asesinan a familias enteras, donde se mata toda la vida. Y lo consienten, na hacen nada al respecto, se han convertido en guerreros asesinos y parece que no se enteran.
¿Cuántos millones cuesta cada día esas guerras podridas, donde se revientan los cuerpos, donde su humillan los contendientes como si fueran animales? Usted es responsable directo, porque tiene un alto cargo que está fuertemente ligado y conectado con los máximos mandatarios. Y no puede abstraerse, ni mirar a otro lado. Aunque todo eso que le cuento, puede que te cause una risa burlona y cínica, diciendo: ‘¿Pero, éste qué quiere? ¿Cómo voy a prescindir de mis ingresos, prescindir de mi vida de privilegio?’
Pues, ahí estamos Yves. No demos solamente la culpa a los otros, si no que cada cual asuma la suya. Sabiendo que si no hay un cambio radical, todo va a seguir igual aunque pasen millones de años.
 
Estamos a favor de las personas oprimidas para que sean libres en todo el mundo, ya sea en Palestina, en el Tíbet, en Cataluña, el País Vasco, Escocia, etc. Pues la libertad es para todos, no sólo para un país o región. Si no eso se convierte en una especie de racismo, en un esnobismo de la última moda.