Torni Segarra

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3089. Eso de tirar de la manta -airear toda la corrupción que se ha hecho, pase lo que pase, aunque haya que caer y derrocar el gobierno-, habrá que verlo para creerlo, para que sea verdad. Pues, si cae el gobierno, los enemigos de los que airean la corrupción, se harán con el poder.

Y eso de que gane el poder, al que no pueden ni ver, ¿eso es posible en una manera de ser, psicológicamente de derechas o extrema derecha? 

 

3090. Cuando no hay viajero -el que vive-, tampoco hay cuerpo ni alma. Es la muerte, el fin, la nada. Es el vacío, donde todo se crea, nace, se expande, se deteriora y llega su fin. En un juego que no tiene un acabar, es eterno. 

 

3091. La poesía es el intento de poner en palabras, lo que está más allá de ellas. Por eso, la poesía es un quiero, pero no puedo. Una distracción, un entretenimiento. Un juego de la vanidad. 

 

3092. Cuando uno no quiere hacer daño a nadie ni a nada, ¿es ello posible? Estos comentarios, sólo pretenden informar, instruir sobre la vida. Sobre la realidad, la verdad. Pero, habrá algunos que les puede hacer daño. Aunque, la realidad es que la verdad, está más allá del bien y del mal.

Un ejemplo: unas amigas, o unos amigos, tienen varios amigos en común. Pero con el tiempo, hay unos, que están a punto de hacerse pareja.

Y, todo alegres, lo informan, comentan a sus amigos. Pero cuando lo informan, hay algunos que se sienten dañados, porque querían a esas amigas, o amigos, como pareja, como novios, para ellos.

Y ahí, está la parte absurda de la vida: todos tenemos que hacer algo de daño, para sobrevivir. Es decir, la vida es destruir, amor y construir. 

Cuando comemos, estamos destruyendo, matando la vida de los animales, las plantas, etc. Por eso, hemos de vivir austeramente. Siempre atentos a todo lo que hacemos, atentos a todo lo que nos llega, tanto interna, como externamente.  

 

3093. El corazón, el alma, la mente, el ser, el super yo, ¿no son todo inventos, para consolarnos de nuestras desgracias, miserias? El corazón está dentro del ámbito de la emoción. Del arrebato, del sentimentalismo, del fanatismo, del fundamentalismo, de la fe.

Y todos esos inventos, que son del ‘yo’, del ego, nos confunden, nos llevan al desorden, donde podemos hacer cualquier barbaridad, incluido la guerra contra los que no piensan como nosotros. Ya sea por los nacionalismos, grandes o pequeños, por la religión, por la política, por cualquier idea o teoría. 

 

3094. Cuando amamos, nos desnudamos, somos vulnerables. No hay beneficio ni pérdida. Es luego, cuando dejamos de amar, que decimos que lo que he hecho, me va a reportar algo positivo, de valor.

Pero, no. El amor es caprichoso, inescrutable. De manera que, nosotros no podemos comprender, todo lo que nos llega en la vida. El amor, si es verdadero -no una palabra, un deseo-, nos llena, nos colma de felicidad. Lo que sucede es que el amor, la armonía, la paz, el orden, la atención profunda, total, desaparece.

Pero, cuando me doy cuenta que estoy inatento, es cuando vuelvo a estar atento. 

 

3095. La situación en Cataluña, como en todo, como siempre, no es responsabilidad de un ente sólo. La responsabilidad, es de los muchos entes, que están implicados en el juego del poder. Ya sea político, económico, nacionalismo grande o pequeño.

Es de ignorantes, de personas confusas, en desorden, acusar solamente a una parte de algo. Cuando esa parte, forma parte del todo, de las otras partes. Y las otras partes de ella.

 

3096. La necesidad es la ley. Por eso, las palabras no tienen ningún valor ni significado verdadero. Lo que cuenta son los hechos. Lo que hacemos en nuestras vidas cotidianas. 

 

3097. Con presos políticos, de conciencia, en la cárcel, ¿serán homologables democráticamente las elecciones?

Oí a un juez especialista, que sale por los canales de televisión, que también se hacía esa pregunta. Él dijo, que deberían salir todos los presos, antes de las elecciones.

 

3098. No hay vacuna contra el odio, la brutalidad, la crueldad. Por eso, antes de juzgar hemos de comprender cómo somos, cómo nos comportamos, saber que todos podemos hacer de todo. Según los retos que nos lleguen.

¿Si hubiera amor, compasión, haríamos esas barbaridades, esas crueldades, esos daños a los demás?

 

3099. Tanto trabajo que hay por hacer. Ahora quieren empantanarse con esas tonterías de personas subdesarrolladas. Las palabras no hacen daño. Lo hacen los hechos. 

 

3100. Esas brutalidades, esas crueldades, además de las que no se dicen por miedo a represalias, ¿son propias de una democracia? No lo son. Y todos lo sabemos. Pero el odio, puede más que la razón, la compasión, el amor.

El odio, nos hace ciegos, borrachos de venganza. Donde lo poco que tenemos de verdadera humanidad, desaparece. Y nos hace, animales implacables, capaces de hacer toda clase de maldades sin que nos conmovamos. De manera que, descartemos esa bestialidad. 

 

3101. Para François Jullien. Filósofo, helenista y sinólogo.

Ayer leí tu entrevista en el diario x. Gracias.

Dices: ‘Las identidades culturales son un refugio ilusorio’. Esto, es cierto. Pero, el problema no es la descripción de la realidad. El problema es, si nos podemos liberar de los refugios: la identidad, los nacionalismos grandes y pequeños, liberar del ego, del ‘yo’.

Hablas mucho de que Europa, es mejor que los países que la componen. Porque trasciendes los nacionalismos, que cada país tiene. Pero, te olvidas, o escondes, que la propia Europa, la Unión Europea, es en sí otro nacionalismo más grande y peligroso, para los demás países vecinos, que le rodean.

La pregunta: ¿pueden las identidades, los nacionalismos, que son la manifestación del ego, del ‘yo’, desaparecer? De momento, después de un millón de años, seguimos igual: divididos, con miedo, enfrentados, violentos, crueles. Porque, las identidades personales, de familia, de grupo, de tribu, de nación, de bloque, etc., siguen estando ahí.

 

Por tanto, todo el problema es del ‘yo’. Y es ese ‘yo’, lo que nos tiene que interesar: ver cómo se genera, desarrolla, sus ramificaciones, los problemas que genera. Y ver la posibilidad de si nos podemos liberar, de él mismo, y sus consecuencias.