Torni Segarra

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177. Pero eso que dices de que ‘mientras todavía se identifica como un Jiva -alma-‘, también es una esperanza, una proyección, una ilusión. Lo real, lo verdadero, la realidad, es que el Jiva -alma- existe, sigue existiendo. Y el alma es otro invento, una ilusión.
 
 
 
 
178. Al final siempre se impone la mentira: decimos que queremos una cosa, pero en realidad hacemos otra que es lo que más placer nos proporciona.
 
 
 
 
179. Aquí si que se puede decir aquello de: quien siembra vientos recoge tempestades.
 
 
 
 
180. Si eres una escritora, has de estar informada de todo lo que se refiere a la vida. Y la vida sin las personas no puede ser. Pues nosotros somos los que podemos hacer que la vida sea lo menos molesta posible; es decir, hacer las cosas para que nos causemos menos dolor, sufrimiento.
 
Y por eso, empiezo lo que te he enviado de esta manera: ‘Ante los problemas para gobernar los políticos, aquí tienes esto por si te pudiera interesar’.
 
 
 
 
181. Pero lo que no tienen los animales es el ego, el ‘yo’, desarrollado de manera que puedan sentir el dolor como lo sentimos nosotros. Es decir, ellos no son conscientes de quiénes son, no se preocupan si se mueren ni de lo que hay después de la muerte o no hay. 
 
Y lo más curioso es que nosotros somos como ellos, aunque más desarrollados; aunque eso nos aclare la parte absurda de la vida. Que es la vida de esos animales, que están ahí y no se enteran de lo que hay más allá de donde viven, de lo que son. Pues, solo actúan según su programación, su condicionamiento, como una máquina, un robot.
 
 
 
 
182. Por eso, los hindúes dicen ante todo intento de explicar lo inexplicable: ‘Esto no es, esto no es, esto no es’. Ya que así, el ego, el ‘yo’, no puede operar.
 
 
 
 
183. Y esto nos libera, porque abre la puerta a lo nuevo que nadie sabe lo que es. Por tanto, la acción no es una consecuencia del pensamiento, de la mente, sino una respuesta que no es del ‘yo’. Es la inocencia, lo sagrado.
 
 
 
 
184. Te refieres ¿a llorar con lágrimas? He vivido mucho tiempo entre animales y nunca he visto llorar a ninguno; tener miedo inmediato, sí. Y por eso los perros ladran.
 
Como todo es fruto de la evolución -al menos lo que conocemos- nuestro ego ha de tener un principio, y por eso los animales también han de tener uno, aunque sea muy pequeño todavía.
 
 
 
 
185. El pensamiento, sólo ha evolucionado en el ámbito científico, técnico, cultural. Pero en el ámbito espiritual, en lo ético, moral, psicológico, no ha habido la misma evolución. Pues básicamente nos comportamos como hace medio millón de años.
Por eso, Mònica, es el mismo pensamiento, el ‘yo’, el que se tiene que dar cuenta, que es un estorbo, un impedimento, y cesar su actividad.
 
 
 
 
186. ¿Te refieres a grinyolar, udolar -chirriar, grito o lloriqueo-? Estamos de acuerdo en que, si sufren, eso les conmueve. 
A lo que me refiero es que, en los animales, no hay nadie que se da cuenta de que está sufriendo. Es decir, no hay el que percibe, el percibidor. Es lo mismo que les pasa a los que van colocados, al ingerir alcohol, drogas, etc., que no tienen una conciencia de que uno está sufriendo frío o calor, de que es un pesado que está hablando sin cesar y el otro se quiere marchar, y pueden hacer toda clase de tonterías. Pues, no hay un testigo que tenga sentido del ridículo, que se dé cuenta realmente de cómo se vive con el ego, el ‘yo’. 
 
Y eso, es lo que quieren todas las religiones, métodos de relajación, yoga, toda espiritualidad: que el ‘yo’ desaparezca.
 
 
 
 
187. Creo que lo complicas cuando dices que hay un pequeño ‘yo’ y un súper ‘yo’, el adelgazamiento o engrandecimiento, el olvido final. Cuando todo es ahora. El ‘yo’ cesa en su actividad ahora, no luego, a la semana que viene, después de un proceso, evolución. Pues todo eso son las tretas del mismo ‘yo’ para proseguir existiendo. 
Es decir, cuando sea que el ‘yo’ cese, siempre es en el ahora.