Torni Segarra

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5964. Juzgar el pasado no se puede. Y si se juzga es un error. Al igual que es un error decir: ‘Tengo claro las cosas que no volveré hacer.’

Porque lo que hemos hecho lo hicimos porque era preciso hacerlo. Y si se repitieran las circunstancias estaríamos obligados a hacerlo. Aunque es una cosa que parece imposible, pues con el paso de los años, hay cosas que son imposible repetir.

 

5965. Seamos fuertes o no, las tormentas pasan. Pero lo que nos hagan ellas, no depende de nosotros. Eso está más allá de nuestro entendimiento y capacidad.

 

5966. La consciencia, como su nombre indica, es ser consciente de todo lo que observamos, todo lo que sucede tanto a nuestro cuerpo, como en el pensamiento -que incluye todo lo gravado a lo largo de millones de años-.

 

5967. Esto es el terror, la crueldad, que algunos gurús, maestros, suelen propiciar a los estúpidos seguidores. Ahora bien, esos gurús dan a sus seguidores la medicina que más cura a las personas, de manera que las puede despertar: el dolor.

 

5968. No busquen a dios en los altares, búsquenlo en el prójimo. A dios no se le puede buscar en nadie ni en nada. Porque dios está en todo, en todo lo que conforma la realidad. Es como si uno quiere ir a un lugar donde allí lo pasará bien, será feliz; pero no hace falta, porque en todo los sitios -incluido donde se esté- es feliz, lo pasará bien.

La palabra dios, y lo que quiere describir, es lo más de todo. Y por eso, no lo podemos comprender: pues dios es el responsable del milagro de que estemos ahora vivos, como lo es también de responsable de la maldad de un terremoto, de un sunami, de una sequía abrasadora que todo lo destruye, como de que el frío sea mortal para la vida.

Y todo eso, eso que sucede, no tiene explicación ninguna, se vive, se pasa. Y nada más.

 

5969. Es un milagro que ahora estemos vivos, participando de lo que es el vivir: ver los colores de las nubes como cambian, la lluvia que cae generosa y salvadora por participar del misterio de la vida, que incluye a la muerte. Pero hemos de ver a la muerte como algo que es preciso, como el amanecer, el anochecer, el mediodía o la tarde. Todo tiene su sentido para que la vida pueda ser.

Y para que la vida tenga esa belleza arrebatadora, uno tiene que ver que también es el otro: la persona que se encuentra por la calle; cuando va a comparar y le atiende en sus necesidades alguien que está para eso. Y esto es vivificador, llena de abundancia y esplendor. 5970. Todo depende de lo que uno quiera. Pues ese deseo de algo es el que va a marcar todo lo que hagamos. Por eso, ésta pregunta es tan clarificadora: ¿A dónde queremos ir a parar, pues el destino al que queremos llegar, va a determinar lo que hacemos en el presente?

 

5970. Todo depende de lo que uno quiera. Pues ese deseo de algo es el que va a marcar todo lo que hagamos. Por eso, ésta pregunta es tan clarificadora: ¿A dónde queremos ir a parar, pues el destino al que queremos llegar, va a determinar lo que hacemos en el presente?

 

5971. Los nombres, los halagos, las palabras rimbombantes, no valen nada sin los hechos que lo corroboren. Sino todo es superstición, idolatría, creencia y fe ciega, fanatismo, integrismo, confusión.

 

5972. Cuidado con las alucinaciones y delirios, pues dios no contesta, no habla, ni sonríe, todo es un invento nuestro.

Y esa superficialidad de inventar una realidad que me conviene y me gusta, está afectando a los niños y a los jóvenes con el mensaje negativo de: haz lo que quieras, invéntate lo que te dé la gana; y usas unas cuantas palabras bonitas y no te preocupes de nada. Luego nos quejamos que los jóvenes escupen a lo establecido, a la ley, al orden. ¿Sabes por qué? Porque ven que todo es una mentira, una falsedad, un cuento para embaucarnos.

 

5973. Todo está unido sin poder escapar de esa unión. Y si creemos que podemos escapar, aun así, en ese escape seguimos en esa unidad.

El problema está en el aferrarnos a alguien, a algo que le damos mucho valor. Pero cuando viene el destructor de eso que tanto queremos y le damos tanto valor, no hay nada que hacer para librarlo del cambio, de la destrucción. Que va a generar otra construcción y así en una dinámica que no tiene fin, hasta el infinito.

 

5974. También se podría decir: el corazón más duro puede dejar de serlo por la gracia del dolor. Pues el dolor, si no nos vuelve locos, es algo que purifica, nos quita la maldad.

 

5975. Todo lo que nos sucede queda gravado en las neuronas, en la memoria, en la mente. Y según las circunstancias, en un momento dado, todo puede resurgir, florecer.

Y es lo que hay, no hay más: cada instante que se sucede lleno de vida, lleno de luz y color, de vibraciones que nos electrizan y nos impelen como una orden. La fortuna es el querer vivir esa orden, que es armonía, porque sabemos que es lo mejor para todos. Y en ese juego es donde somos libres, está la libertad.

 

5976. Puede que los personajes fuertes de la historia se sucedan por una necesidad impuesta por los demás. En un período revolucionario, para contenerlo han de surgir personajes tan fuertes y poderosos como los revolucionarios.

Y en un período de tiranía, han de surgir líderes revolucionarios tan fuertes como el tirano para contenerlo o derrocarlo.

La vida tiende a la compensación y el equilibrio, como se ve en la naturaleza: si una especie se desarrolla en exceso, pone en peligro la existencia de las otras que son menos numerosas, débiles.

El último zar de Rusia, con su vida de lujo y brutalidad, que convencionalmente no parecía tan cruel, para contenerlo hubieron de salir los bolcheviques que eran en esencia igual de crueles que el régimen zarista -y por eso lo eliminaron-. Y a su vez, para contener a los revolucionaros bolcheviques, hubieron de salir hombres tan fuertes como ellos, Hitler, Mussolini, Franco; y todos los que les siguieron: Churchill, Roosevelt, De Gaulle, etc., que también se encargaron de vérselas con el régimen nazi alemán.

Ahora los yihadistas musulmanes han respondido a lo que ellos les agravia, molesta y ven pernicioso, todo mal: la civilización Occidental y su manera cómo viven. Y lo hacen con un horror que no se había visto antes: enterrar a personas vivas, quemarlas enjauladas, lanzar al vacío para matarlas desde todo lo alto de un edificio a personas por ser homosexuales, degollamientos de prisioneros, etc. Y para detener esas matanzas macabras, detener ese horror, han de salir personajes tan fuertes para poderlos contener, derrotar, etc.