Torni Segarra

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5004. Leí tu columna de antes de ayer, que trata del último episodio grave en la guerra entre los israelitas y los palestinos árabes.

 

Creo que estás completamente perdida como persona, lo que se llama vulgarmente confundida. Pues, que se maten siete judíos, por cuarenta palestinos, y que sólo acuses, desmerezcas, a los palestinos, denota lo mal que estás.

 

Y lo más grave, dices exactamente lo mismo que dicen los nacionalistas centralistas fascistas españoles, que tanto detestas, son tu bestia negra.

 

Dices que los palestinos son adoctrinados, educados en un ambiente de odio hacia Israel, desde que son pequeños, para ver a los judíos como enemigos -vaya qué descubrimiento, lo mismo que hacen los israelitas, pero hacia los árabes palestinos, ¿no?-; que en la escuela y en todas partes los adoctrinan para que piensan que Israel es el enemigo. También dices, que los preparan como si el conflicto eterno. Y mantienen el mito de que Israel puede desaparecer.

 

Pero no dices nada de las fechorías, los métodos asesinos de Israel, que queman los olivos de los palestinos, que les roban la tierra, que están invadidos desde hace setenta años. Del genocidio contra los árabes palestinos –que parece un holocausto-. Que los rompen los brazos para que no puedan lanzarles piedras. Que los humillan. Les derriban las casas porque sospechan que un hijo del dueño ha hecho un atentado. Lanzan un proyectil contra un sospechoso, uno que persiguen que va por la calle a pie o en coche para matarlo, extrajudicialmente, y matan a los que hay en el lugar de donde explota.

 

¿Dónde se ha visto eso en una democracia, que el ejército lance por los aires  un proyectil en medio de una calle transitada, de una ciudad, llena de personas? ¿Te imaginas si eso lo hicieran en tu amada Barcelona? ¿Y aún te quejas del comportamiento de los palestinos, cuando esa actitud tan cruel y despreciable hacia los ciudadanos, que van por la calle reciban sin ninguna culpa de nada un proyectil que destruye todo a su alrededor, matando? ¿Por qué no dices eso también?

 

En todo tu escrito ni una sola vez has mencionado las bestialidades que hace el estado genocida de Israel. Por lo que no eres de fiar. ¿No te das cuenta que actúas como  una facha descarada, mal educada, trepadora inmoral, corrupta, al mentir y falsear, ocultar la realidad?

 

¿Qué diferencia encuentras,  con el nacionalismo centralista español, con el trato humillante que os da, de ocupación,  que desprecia, miente y dice de ti y de los catalanes que quieren la libertad? Es el mismo dilema: uno todo poderoso, que es un estado, y el otro un pobrecito que se defiende de un gigante, que lo ha invadido y hace lo que quiere para dominarlo, para que el statu quo no cambie. El más poderoso dice que desde la escuela en Cataluña adoctrinan a los niños diciéndoles que los españoles son los enemigos, los malos, etc.

 

Por lo tanto, sé sería -si puedes, pues eres muy vieja para cambiar y más si eres judía y se ha  apoderado de ti ese sentimiento absurdo de raza-, sé objetiva, sé demócrata, sé igualitaria. Que es todo lo que tú pides a los nacionalistas centralistas españoles. ¿No tienes vergüenza de hacer, cuando defiendes sin cuestionar a Israel, el mismo papel de tus enemigos, que te insultan, te faltan al respeto, a tu dignidad como persona?

 

Dicho todo esto, no creas que le doy barra libre a los palestinos, que me pongo en una trinchera para luchar solamente con ellos en contra de Israel. Lo que hago es informar de lo que ha sucedido y sucede. Y cuestiono el comportamiento inmoral, corrupto, de las mentiras y las falsedades de los hechos, con total y plena libertad. Sean de los palestinos o de Israel. Porque es así de la única manera que puede venir el orden, el fin de la confusión, venir el afecto y el cariño, la paz entre los dos bandos enfrentados.

 

 

 

5005. A esos que dicen esas crueldades, lo único que les falta, por su desgracia, es compasión y amor. Como no tienen,  es lo que son: indiferentes, peligrosos.

 

 

 

5006. Algo que el Zen enseña es que no hay maestro ni gurú, ni sabio, que nos pueda enseñar cómo ver la realidad tal cual es. Porque la realidad es que solamente estamos solos nosotros, cada uno, con nuestro problema que es nuestra vida, nuestra manera de vivir.

 

 

 

5007. La energía divina -o como quiera que se llame- está en todo lo que existe, ya sea en el sexo, en el aire, en los cantos, en las ceremonias, en los bailes, en todos y cada uno de los pensamientos.

 

 

 

5008. Como todas las mentes se han contaminado, condicionado, para ser el mejor en todo. Es por eso, que creemos que hemos de triunfar, ganar ya sea en el fútbol, el tenis, ganar mucho dinero para estar al día, no quedarnos atrás.

 

Y esto ha desbocado el deseo, que se ha acelerado por la rapidez que las máquinas dan a nuestra actividad, a nuestra acción, a cada acto que hacemos.

 

Se ha puesto de moda -aunque eso es una ilusión, pues siempre lo ha sido- ser rápido, ganador, el mejor, el que más puedee. Sin darnos cuenta que eso es lo más mundano, generador de desorden y confusión. Cuyo resultado es: que nos llena de estrés, además de las guerras de siempre.

 

Tal vez, nos adaptaremos a vivir así. Como se adaptaron cuando inventaron la rueda que también los debió acelerar y llenar de estrés.

 

Tal cual somos, es preciso que cada generación corra más que la anterior. Pues a cada invento es para correr más. Y no para ir más despacio, detenernos. Pues si nos detuviéramos, tal vez, podrías ser nuestro final.

 

 

 

5009. Ese nacionalismo centralista fascista español, de Podemos, cada vez se parece más al franquismo y su crueldad, insensibilidad, hacia los demás por su autoritarismo. Ya se han andaluces, catalanes, etc.

 

¿Nadie les plantará cara? Todos le tienen miedo a esos payasos: que dicen que son de izquierda cuando tienen maneras de fachas de derechas, tratando a los demás como un rebaño de borregos.

 

¿No vieron que a gusto estaba Iglesias con su amigo Rivera, otro facha de derechas, con amistades en la ultraderecha, nazis, etc.?

 

La única manera de hacer algo por ellos, y por todos los demás, es no votarles. Porque a las palabras no le hacen caso, no les hace ningún efecto real para que cambien.