Torni Segarra

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472. Todo lo que nos libera del conflicto interno nos da la posibilidad de ver eso que es. Ya sea mediante el retiro, el silencio, las caminatas con su agotamiento y la quema de lo que nos sobra, la ingestión de una droga, el escuchar música, el hacer una actividad, un trabajo que nos absorbed, etc.
Respecto de la peligrosidad de las drogas, el LSD es más peligroso que la marihuana. Porque es un alucinógeno más potente. Es decir, con el LSD se pueden ver más cosas –fuertes y no tan fuertes-, y con la marihuana todo es menos fuerte.
La marihuana la pueden tomar toda clase de persona. El LSD sólo la pueden tomar personas, para que todo vaya bien, expertas y con mucha energía interior, psicológica.
 
472. La mente sólo puede inventar a su dios. De la misma manera que un árbol sólo puede generar  hojas y frutos.
 
473. Cuanto más se hace hincapié en un suceso del pasado, para presentarlo como algo extraordinario, autocompasión, o un beneficio personal, los demás más lo rechazan. Pues se nota que es todo mercantilismo, un negocio encubierto. Ya sea lo que ocurrió en un pleito, en un suceso, en una guerra, una desgracia.
Pues a todos nos ha pasado algo doloroso, amargo, que también podríamos airearlo para reclamar comprensión, compasión, un beneficio como compensación.
 
474. ‘saber en realidad lo que sucede cuando uno muere debes morir’.
Por eso, nadie sabe lo que es la muerte en realidad. Pues nadie que está vivo ha pasado por la muerte.
 
475. Si dependo de ti psicológicamente entonces estoy perdido. Ya que yo tú también participas de la confusión y el desorden. Por lo que tengo que indagar en mí mismo para comprender que la dependencia de los otros, no soluciona el problema.
 
476. Aunque repitamos lo importante es hacerlo nuevo. Esto es, decirlo como si fuera la primera vez, fuera del tiempo como el pasado.
 
476. Amar, que es libertad, es lo más peligroso y la vez seguro. Porque vamos de lo desconocido a lo desconocido.
 
477. Nos damos cuenta de la verdad tentativamente, paso a paso. O por una percepción instantánea, como un encuentro, sin invertir nada en ello.
 
478. La palabra siempre en el ámbito psicológico no tiene valor. Pues nada es para siempre. Todo está sometido al cambio a cada instante.
 
479. La locura es la división y el conflicto interno. La magia es la traducción del caos que lleva al orden.
 
480. Digamos lo que digamos, por bien explícito que lo hagamos, si una experiencia no la vivimos no podemos saber en realidad eso qué es. Ver un país lejano en un documental nunca será como pisar ese lugar, estos allí.
 
481. ‘¿Estamos condenados a amar?’ Si estamos o no estamos, eso no importa. Lo que importa son los hechos. Y es un hecho que no tenemos amor.  Decimos que amamos, pero en realidad eso es egoísmo, es la acción del ‘yo’.
 
482. ¿Por qué cuándo hacemos algo que nos interesa, lo pasamos bien, el tiempo del reloj pasa rápido, y no hace falta esfuerzo?
El problema es el esfuerzo para solucionarlo. Así que si no hay esfuerzo no hay problema que solucionar.
 
483. Señor morir psicológicamente es una cosa donde no participa el cuerpo. Y la muerte total, real, que incluye al cuerpo es otra cosa.
En ambas es precisa la muerte psicológica. Que es la nada.
 
484. Renunciar es el detergente que todo lo limpia, pone orden para que el caos vuelva, siga operando. Y la vida prosiga con su caos y orden, donde ambos se confunden, se unen, dándose la oportunidad de ser.
 
485. Para que algo sea inolvidable, ha de ser vivido fuera del tiempo cronológico. Pues lo que vivimos convencionalmente es lo que consideramos vulgar, por lo que no deja una huella en nosotros.
 
 
486. El que no sabe lo que busca lo que encuentra es lo nuevo.
Y lo nuevo, lo desconocido, es lo que está fuera del ámbito de la corrupción del deseo, del esfuerzo, de las maquinaciones, de la vanidad.