Torni Segarra

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1998. La corrupción, es lo que sangra a los países. Los que mandan dicen que no hay dinero para subir las pensiones miserables, para agilizar para que sean eficientes los servicios sociales, pero el dinero sí que está ahí. Y la prueba es que roban a espuertas en cuando lo deciden y pueden. Pero un ladrón corrupto, no lo puede ser él solo, necesita de la complicidad de muchas personas para poder robar; y, estas personas cómplices, que callan ante la maldad de robar, también forman parte de la cadena de la corrupción.

 

 

 

1999. Pues, los fascistas, también dicen lo mismo que tú dices: ‘Los fascistas que votarán diferente que yo, son gente de derechas, fascistas, que creen que es mejor lo que ellos quieren hacer que no lo que quiero hacer yo, pero no por ello creo que sean fachas ni nada de lo que usted dice ‘. 

Si cogemos un facha y lo investigamos, qué es lo que sobresale en él sino una persona conservadora, represiva, y contra todo lo nuevo; que se cierra con sus ideas materialistas, egoístas, injusto, explotador de las personas para obtener lo que él quiere, ya sea dinero, poder -¡ay el poder que caro es, cuesta la dignidad!-. 

¿Juan, una persona como tú, que quiere tener poder para que lo voten, ganar elecciones para poder hacer realidad sus ideas políticas, su programa, si quiere conseguirlo de manera grosera, mintiendo, falseando la realidad, haciendo un golpe de estado -palaciego -, no crees que esto son las maneras de los fachas? 

Facha es, el que es indiferente al dolor que genera, es quien es insensible al sufrimiento de los menos afortunados, los pobres, miserables. Pues, él lleva una vida inmoral, corrupta, siempre amasando dinero, teniendo varias viviendas, viajando en todo momento, derrochando de todo, comida, ropa, sin respeto por nada. Y, aquí viene la indignidad: no le importa ser cómplice de los reyes, los Papas, los banqueros, los poderosos, todo el establishment, con tal de conseguir el poder y permanecer en él; por lo que esa persona hace de la política un oficio para poder trepar. Prueba de ello, es que hay a montones con ese comportamiento. Y, tú conoces a algunos, a muchos, que van con esa historia por la vida.

 

 

 

2000. Cuidado cuando lanzas una opinión, ya que las opiniones son subjetivas. Los intolerantes son los que le han dado un golpe de estado -palaciego- para defenestrar a tu compañero. ¿No te parece? Y, tú aún los disculpas diciendo que ellos son socialistas; lo que quiere decir que tu socialismo, es como una religión para ti, con las rígidas normas, jerarquía, dogmas, etc. 

Las opiniones no son hechos; y nosotros nos deben interesar los hechos; pues, los hechos no se pueden cambiar, son la realidad nos guste o no. Y el trabajo de cada uno está en descubrir cuando lo que pasa, lo que nos llega, es un hecho y ver si es algo negativo y descartarlo radicalmente -que genera desorden, confusión, anarquía, malas consecuencias-, para que así llegue la inteligencia, que es amor, el máximo orden y seguridad posible.

 

 

 

2001. No sabemos si eso que vamos a hacer, que creemos que es un bien, lo será o no. Pero, uno tiene que insistir en descartar la maldad cuando aparezca en nosotros.

 

 

 

2002. Todo esto está muy bien. Pero, ¿es un hecho todo eso que dices, que decimos, lo hacemos en cada cosa, en cada reto de la vida cotidiana? Porque si no es un hecho, entonces ya entramos dentro del ámbito de la división, es decir, yo quiero que todos hagan lo que digo, pero yo mismo no puedo hacerlo realidad en la vida como la vivo. Por tanto, vivo en conflicto; primero dentro de mí; y luego, cuando se exterioriza este conflicto, es cuando vienen los problemas de lo que yo digo y lo que tú dices, que chocan, hay disensión. Y aquí es cuando llega el desorden, el enfrentamiento, la violencia. 

Por lo tanto, todo el problema está con lo que nos divide, primero dentro de nosotros, y fuera; por ello, los nacionalismos -el catalán, como el español, el inglés, el norteamericano, el francés, el alemán o el ruso-, son todos divisivos. Y así mismo, sucede con las ideas de todo tipo, ya sean las capitalistas liberales, las comunistas, las fascistas, las socialistas, las de los creyentes como las de los que no creen, o como se quiere otra teoría de la clase que sea. 

Pero, esto que estamos diciendo, para que sea una realidad, para que sea un hecho en nuestros, nos tiene que quemar cuando lo vivimos, lo tenemos que sentir como algo que es real, verdadero. Y eso, sólo puede ser cuando respondemos a los hechos, los retos, como si viéramos un animal salvaje que viene hacia nosotros y no tenemos más remedio que ponerse fuera de su peligro. Es decir, vivir totalmente sin huir ni reprimir lo que es, la realidad, para no dividirnos internamente. Y así, sin división ni fragmentación interne, es cuando puede llegar el orden, el fin de los l conflictos, los enfrentamientos, la violencia, la guerra.