Torni Segarra

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4706. Cuando tenemos confort, porque lo estamos pasando bien, es cuando el ‘yo’, no puede operar. Este ‘yo’, que es el inventor del tiempo psicológico, cuando está activo hace que surja la división de lo que soy y lo que me gustaría ser.

Por tanto, en el momento que vamos más allá del ‘yo’, es cuando aparece la maravilla del vivir, que es sin tiempo, un estado de eternidad; donde no hay conflictos entre los opuestos, ni dualidad.

 

 

 

4707. Para que llegue lo verdadero, hay que descartar lo falso. De lo contrario seguiremos en la confusión, en la ignorancia, el desorden.

 

 

 

4708. Creo que todo es fruto del condicionamiento de cada cual, de todos. Nuestro trabajo original es huir del dolor, de lo que nos hace sufrir; y para ello nos tenemos que alimentar. Luego necesitamos sentirnos seguros y para ello recurrimos al sexo para tener una mujer, descendencia, familia. Y toda esa empresa, que es un negocio como otro, ha de funcionar lo mejor posible.

Por lo que hay unos que llevan ese negocio de una manera patológica, que les lleva a acumular, haciéndose egoístas, creyendo que así tendrán más seguridad. Pero, justamente es, al contrario: cuanto más tiene uno más inseguro está. Porque los otros que no tienen se lo quieren robar.

Y como uno quiere defender lo que cree que es sólo suyo, se divide y entra en conflicto con los demás; generando todo el desorden del enfrentamiento, violencia, guerra.

Y es que aceptar que en la vida sólo existe la absoluta y total inseguridad, es algo que cuesta mucho de comprender, aprender.

 

 

 

4709. La libertad nos parece lo más peligroso. Porque para que haya libertad, hemos de aceptar que hay que vivir en la inseguridad.

Pues seguridad y libertad eso es absurdo, no es posible.

 

 

 

4710. Porque el más desarrollado, tiene lo necesario que lo hace más activo, más capaz de hacer lo necesario para hacer que los negocios sean lo más prósperos, gananciales. Y como todos quieren lo mismo, copian y se acogen a él, para ver si pueden hacer lo mismo.

De ahí es donde nacen los que marcan las tendencias, las modas, que son los más atractivos. O, el estilo de vida americano -way of life of america-. 

 

 

 

4711. Creer que todas las personas pueden ser libres, ¿es una realidad o una ilusión? Porque, habrá algunos que no querrán ser libres.

Lo que sí sucede es que cuando somos libres, las personas con las que nos relacionamos, en ese preciso momento, ellas también son libres. Ya que están ‘obligadas’ a participar de nuestra libertad.

 

 

 

4712. La dictadura lo abarca todo. Pero eso no puede ser, eso es una ilusión. Porque nadie ni nada, puede abarcarlo todo. Es como querer que la naranja madura no caiga del árbol.

 

 

 

4713. Bueno, Samuel, si tú quieres vivir de tus pensamientos, de lo que dice el ego, el ‘yo’, de acuerdo. Por mí no hay ningún problema para que me oponga a ello.

 

 

 

 

4714. Gracias por la información, Tania.

Hoy te he visto en… Y quiero decirte, que no hay que darle tanta importancia a todo eso que estáis haciendo: reuniones, discusiones, votaciones, etc.

La vida no es como nosotros pensamos que tiene que ser. La vida es como es y no se puede cambiar: tú eres blanca, rubia, agraciada, guapa, educada, culta, instruida, pero hay otros que no lo son. ¿Cómo se arregla eso, si las otras mujeres quieren ser como tú, ahora, no mañana ni al mes que viene, o dentro de unos años? Podemos ponerlo en cualesquiera otras circunstancias, pero desafortunadamente funciona el mismo paradigma.

Por tanto, la igualdad no existe. Lo que existe es el darse cuenta de lo injusta y cruel que es la vida; y ver la posibilidad de que no lo sea tanto.

Por eso, cuando se discute sobre quiénes han de mandar, cuáles han de ser los programas, las ideas que tienen prioridad, etc., hemos de saber que eso tampoco nos va a llevar a la ‘perfección’ de la igualdad, la justicia, el máximo respeto al otro, sean quiénes sean.

Por tanto, como no podemos vivir en otro mundo que no sea este -pues no hay otro-, hemos de ir más allá de esa parte absurda que tiene, que es darse cuenta que por mucho que se quiera hacer las cosas adecuadamente, siempre habrá algo que se nos escape, que seremos impotentes ante la totalidad del reto de la vida.