Torni Segarra

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1611. Todo lo hacen igual -lo que dicen-, los que están en peligro son ellos. Con sus decisiones antidemocráticas, represivas. Y por lo mala fama de dictadores, que les persigue por todo el mundo. Y, como son tan cínicos, es porque sólo les dan la culpa a los otros. 

Cuando son ellos, también los culpables, por haber provocado todo el conflicto, el enfrentamiento, al reprimir la libertad. 

 

1612. Para Nieves Álvarez. Modelo. He sabido de ti, al leer tu entrevista del domingo pasado, que te hizo Manuel Vivas, para ‘Fashion&Arts magazine’. Gracias.

Dices: ‘Prefiero la bondad al amor’.

¿Qué quiere decir, qué significado tiene la palabra: bondad? Es la persona que es paciente con los contratiempos, con las personas. Una persona que no fuerza ni es brutal, ni cruel, para conseguir lo que quiere.

Ahora, ¿Qué es el amor? El amor, es todo eso. que hemos descrito sobre la bondad. Pero, yendo más allá de todo eso. Porque, la bondad, tal vez, no puede ser contradictoria. Pero, el amor sí que lo puede ser.

Por lo que, son la misma cosa. Aunque, la palabra bondad nos obliga a no dejar de serlo. Pero, el amor al ser lo desconocido, ya que llega del vacío de la mente, de la nada, nos da absoluta y total libertad.

 

1613. He sabido de ti, al verte hace unos días, en el programa matinal de … TV. Cuando te entrevistaban.

Y sentí vergüenza. Ver como tú y la presentadora, linchabais a todo lo … Tú, un judío, que según me dijiste, te agredieron en Londres. Es decir, que sabes lo que es ser víctima, agredido por los más poderosos.

Por todo ello, todo lo que me contaste, ahora parece un blablablá, infantil. Es decir, toda una cicatería. Al igual que, la cretina presentadora.

Pues, parecías dos traidores. Defendiendo a los más poderosos. ¿Por qué? ¿Por qué son los más ricos, son de la misma mafia internacional, que pone de rodillas a los países? 

 

1614. ¿Sólo dices eso? Cuánta pobreza, cuánta miseria, cuántas desgracia. ¿Por qué, no razonas en vez de ser un maleducado? Otra cosa es, si no sabes hacer otra cosa. Entonces, sigue siendo maleducado. Pues de una manera o de otra te has de desfogar, te has de sentirte integrado en el grupo. Por mí, no hay ningún problema, pues hay muchos como tú. 

 

1615. No estás a favor de la verdad, y sí solamente a favor de tú verdad.   

 

1516. No te das cuenta que si sólo quieres ganar tú, ser el vencedor, el victorioso, los otros no te lo van a consentir, no te dejarán vivir. Y por ahí, se empieza por los conflictos, enfrentamientos, que nos llevan a la guerra.

Todo está muy claro, pero vosotros no queréis verlo: A está contra B. Y, B está contra A. Esto es lo que sucede en todas partes, en las relaciones, en el hogar, la familia, los amigos, las parejas, los novios, los casados, con los vecinos. La pregunta es, ¿cómo logras no hacer la guerra, con la persona con quien convives, con los vecinos que vemos y hablamos con ellos, y sin embargo sí que haces la guerra con los que crees que son tus enemigos?

Pues, eso que hace que puedas convivir con las personas con quienes vives. ¿Por qué no lo haces, a la hora de pelear, diciendo que el nacionalismo centralista español es adecuado, pero los otros nacionalismos no lo son?

 

1517. Es que les cuesta entender que hay agravios, acciones, como arremeter la policía violentamente contra personas que sólo iban a votar. Que la policía reventó y destrozó las puertas de entrada de colegios, y el mobiliario interno, con saña y ganas de hacer daño, con crueldad.

Entonces, la alcaldesa del lugar, si no es que es indiferente, insensible, ha de defender esos colegios y sus nobiliarios, puertas, etc. Ha de defender, a los miles de ciudadanos, que fueron agredidos, lanzados por las escaleras, pateados, tratados como si fueran animales.

Y, ¿cómo protestar contra es violencia, esa destrucción, esa crueldad, esa falta de humanidad, sin usar la violencia? Pues, descartando las tonterías protocolarias. Para que, los que mandaron, consintieron, promovieron, ejecutaron esa brutalidad y crueldad, con violencia. En vez de ser premiados, glorificados, enaltecidos, sientan que ellos solamente son cocientes de que iban a hacer el bien, ¿pero hacer bien, con violencia, crueldad, es ello posible?

Ellos, que cuando les conviene decían y dicen, que sin violencia todo se consigue -aunque eso es una mentira-.

 

1518. ¿Quiénes pagan todo este derroche y despilfarro, para dar de comer a unas personas que están sobrealimentadas, que se dejarían buena parte de la comida servida, en los platos para echarla a la basura? ¿Es esto el orden que tanto necesitamos? ¿O, es sólo el orden de esas personas, la mayoría corruptas e inmorales?

En esa ciudad, en Barcelona, hace uno días, la semana pasada, se desahucio un viejo edificio, donde vivían personas pobres, una familia que tenía hijos pequeños, de unos meses. Y, fueron lanzados a la calle, obligados por abundantes policías, furgonetas para bloquear a los que querían ir a defenderlos.

¿Ese es el orden que quieren, esas personas desafortunadas, insensibles, indiferentes por los menos afortunados, que asisten a los banquetes, como si en el mundo todos pudieran hacer lo mismo?

¿A dónde nos aboca, ese desorden y anarquía, de los que mandan y disfrutan de los privilegios y prebendas? Sin lugar a dudas, como lo vemos cada día, a más desorden y anarquía.

Pensiones miserables, trabajos con sueldos miserables, servicios sociales, de sanidad donde son desatendidas las instalaciones, los edificios. El paro laboral, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), es de 3,5 millones de personas. Violencia, generalizada. Especialmente contra las mujeres, que son violentadas, asesinadas de una menara cotidiana. Sin que acierten el verdadero remedio: una buena educación desde el momento de nacer.

¿Todo esto, esos problemas, esos señores que asistieron a ese banquete, derrochador e inmoral, pueden solucionarlos? De momento, no pueden. Pues, ellos mismos se tienen que reeducar, para dejar de ser materialistas, ávidos de dinero y poder. Reeducar, para comprender de una manera definitiva, que todos somos iguales. Y nadie ha de tener privilegios de casta, de clase, ni de ningún otro tipo.