Torni Segarra

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1158. Pero, lo último -o el principio- es: ¿Qué hacemos con eso que tenemos a la mano? Es decir, ¿cómo vivimos ahora, en el presente?  

 

1159. Lo que está claro, es que lo sepamos o no, cada uno está luchando una batalla. Que tiene la raíz en la división, el conflicto interno.  

 

1160. La única manera de generar menos problemas, desorden, es vivir en la nada. En lo desconocido. Tentativamente, improvisando. 

 

1161. Los poderes interiores, sólo se saben para qué sirven, cuando sabemos adónde queremos ir a parar. ¿Al egoísmo, a la compasión, el amor? 

 

1162. Pero después del razonar. Ha de estar la acción, que es lo que da sentido verdadero a la acción. De lo contrario quedamos presos de las palabras, de la especulación, que no tiene fin.  

 

1163. Puede, que tal vez, lo más peligroso sea obedecer. Pero, tal vez, también lo más peligroso sea el desobedecer.  

 

1164. ¿Para qué queremos la fortaleza? ¿Para atacar, defendernos, para buscar la seguridad, que no existe en absoluto?

Lo importante no es tener, si no lo que hacemos con ello. Por eso, tanto el fuerte, como el menos fuerte, son iguales ante la vida.

La fortaleza del león, no desmerece la vulnerabilidad de sus víctimas. Pues, el león también tiene sus depredadores, los más fuertes de la manada. Y el hombre que lo mata, puede con él.

 

1165. Creo que los animales, son más sencillos. Pues, ellos no saben que existen. Solamente, actúan como una máquina, un ordenador, condicionado por su programación.

Y por eso, son implacables, indiferentes, insensibles, al dolor de los demás. Obligados a actuar así, por su programación: hay que sobrevivir a toda costa. Y por eso, comer, defenderse, que es lo mismo que atacar, reproducirse.

Todo ello, sin que actúe el dudar, el futuro. Pues eso, solamente es cosa de seres humanos.  

 

1166. El confort, es un mal negocio, mientras haya unos que no lo tienen. Y mientras los que disfrutan del confort, lo hacen a costa de los que no lo tienen.   

 

1167. La ignorancia cree que teniendo uno sólo la luz, ya tiene solucionados todos los problemas. Pero, no los tiene. Primero, porque los problemas siempre van a estar ahí.

Porque, los otros que no tienen esa luz, no lo van a dejar vivir con esa luz. Que se cree que es, única, divina, verdadera. Y por tanto, beneficiado caprichosamente, con respecto a los demás, que son sin esa luz. 

Uno lo tiene que investigar profundamente, no aceptarlo sin más. Para que así, si uno lo ve claramente. Eso es suyo y nadie se lo podrá arrebatar.  

 

1168. La ignorancia, que es estupidez, cree que sus banderas, y su nacionalismo, grande o pequeño, que representa, son lo mejor, lo verdadero. Pero, esa estupidez, que es egoísmo, no hace que se dé cuenta, de que las otras banderas y su nacionalismo, también son vistos de la misma manera: lo mejor, lo verdadero.

Por lo que, el problema es psicológico, mental, educacional, de no ver que estamos condicionados a ser nacionalistas, a emocionarnos ante la bandera, el nombre de la nación.

Somos así, y con eso tenemos que vivir. Aunque, viendo que llegar al extremo, del querer dominar al más débil, es el peligro de la confrontación, de la guerra. Ya que, no hay mayor agravio que las mentiras, las falsedades, la injusticia, mandar con brutalidad, crueldad, violencia. 

 

1169. ‘A ver si por una vez va la justicia por delante del delincuente’.

Eso es absurdo. ¿Quieres que esa actitud tan fanática, fundamentalista, se te aplique a ti? Porque, el futuro no sabemos lo que es.

Y, entonces, tal vez, con ese error te abriría la mente. Y te llegara la inteligencia. Que es compasión, amor.

 

1170. A esos, que tanto odias y acusas. Básicamente, dicen lo mismo de vosotros -no pondré adjetivos por educación-. ¿Cómo lo vas a arreglar, solucionar, si son dos opiniones que se contraponen, más crueldad, más violencia, más sangre de la destrucción, de la guerra?  

 

1171. Sólo podríamos decir, ‘Este es mi secreto, no me importa lo que pase’. Si siempre estuviéramos sin el ‘yo’. ¿Puedo eso ser posible, ser una realidad? 

 

1172. El hecho en sí, de seguir a alguien o a algo, ¿no nos divide del presente, del hecho que está sucediendo? ¿Puede haber excelencia, moralidad, libertad, si nos identificamos con la mundanalidad, la vanidad, el desorden?

 

1173. ‘No tengas miedo a la perfección, nunca la conseguirás’

Por eso, hay que estar atento a todo lo que hacemos, pues vamos detrás de la perfección. Hasta el extremo de hacernos insensibles, indiferentes e inhumanos. Y por eso, somos brutales, crueles.  

 

 

1174. En el momento de percibir la realidad, con sus problemas, y miras sin que mire nadie. Al no haber el ‘yo’ operando, todos los problemas desaparecen.