Torni Segarra

Seleccionar página

1917. Todos los tiranos, asesinos, tienen el mismo patrón de conducta: querer imponer una idea que creen que es la mejor para poner orden. Pero, ¿Por qué si es la mejor idea, la tienen que imponer mediante la fuerza, la crueldad, el terror, los asesinatos en masa?

Pues, porque esa idea es la mejor para ellos. Y, porque ellos viven del negocio, que han convertido esa idea. Por eso, cuando les cuestionan esa idea, se enfurecen, se vuelven violentos.

Sin darse cuenta que, con ese sistema dictador, opresor, cruel, jamás van a tener una verdadera paz, ni interna ni externa. 

 

1918. Si justificamos nuestras guerras. Por qué acusamos a los que hacen los mismo: la guerra. Que todos decimos, que son para defendernos de los atacantes. 

 

1919. Está bien que se quejen de atropello a la democracia, etc., porque eso es el ejercicio de la libertad.

Pero, ¿por qué cuando se hizo aquello de que, el fiscal en vez de acusar a la hermana del rey, la defendía, ahí también hay un atropello a la democracia, no? Y, sin embargo, todo su partido de derechas, carcas, callaban, lo consentían, o lo defendían.

Cuando ya sabemos que la raíz, lo más importante de la democracia -a la que hay que defender, no ensuciar-  es la igualdad, que todos los ciudadanos son iguales, sean quienes sean. Tanto en derechos, libertades, como obligaciones. 

Cosa que no pasa en la monarquía, donde el rey tiene inmunidad jurídica, nadie lo puede encausar por ningún delito. Según un artículo de la Constitución, que dice: "La persona del rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad”.

Todo ello, agravado porque, esa disfunción de la legalidad, de la democracia, era consentida, por el gobierno y su fiscal. Donde no hubo sanción, ni repetición del juicio. 

 

1920. Después de tanta fechoría, se quejan de que les digan fachas, carcas, de ultra derecha. ¿Por qué, será que no se dan cuenta? Son sus negocios, el dinero, que les da el poder, la vara para poder ejercerlo.   

 

1921. Estimada. Sí, es verdad, Gemma. Pero, debemos saber en qué mundo vivimos. Para enterarnos, del suelo que estamos pisamos. Pues, el mundo, es peligroso; además, de la naturaleza, que tarde o temprano, nos tiene que matar; y es por ello, que las personas, son peligrosas, que nos destruimos unos a los otros.  

 

1922. Estimada, María. Decana de la Facultad de Psicología de la Universidad de Valencia.

Hace unos días, tuve la oportunidad de conversar con una alumna que está estudiando, en esa facultad de Psicología. Y contó, que los que quieren comer allí, en el comedor, les es imposible porque está lleno. Sólo se puede comer allí, si se hace una consumición de bebida o de comida.

¿No crees que, eso es una ilegalidad? Pues en el momento en que se está matriculado, uno ya puede participar de todos los servicios de la facultad gratuitamente. Pues, en este caso, el comedor es el lugar donde se come, se consuma o no, se gaste dinero o no.

Otra situación que describió la alumna de esa facultad, es que en las clases un profesor, tiene que impartirla para unos cincuenta alumnos. Con toda la precariedad que eso conlleva, a la hora de informar y transmitir todo el conocimiento necesario, para que llegue a los alumnos adecuadamente.

¿Cuál es el motivo de esa falta de la asistencia necesaria, para que esa facultad no se asemeje a las de los países tercermundistas, subdesarrollados?

El dinero, no puede ser. Porque, hay dinero de sobra para todos. Sólo falta dejar de ser corruptos, inmorales, no crear una mafia para robarlo, y el dinero que es preciso para que todo funcione adecuadamente, de una manera o de otra, aparecería.

Con afecto.

 

1923. Disculpa, María. Decana de la Facultad de Psicología de la Universidad de Valencia.

Pero, es que se me había olvidado, la última parte del relato de la alumna de psicología. Pues, me dijo, que tienen unos profesores agregados, para ayudar a los titulares, que son contratados. Que, están en huelga, desde ya hace mucho tiempo; y por ello, no aparecen nunca por la clase, el aula. Porque, la miseria que cobran, no la aceptan. Por lo que, se tienen que enviar los trabajos por correo, a su casa, para que los corrijan.

 

Y, por supuesto, ya estamos otra vez con el dinero, que lo arregla o lo complica todo.