Torni Segarra

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5671. Los libros no pueden, o sí que pueden, ayudarnos para poder ver la realidad. Por tanto, es cada cual el que lo tiene que descubrir. Agarrarse a una conclusión, que es una idea, nos bloque el acceso a la verdad, que es libertad, amor.   

 

5672. Creo que sí. Cuando me doy cuenta que lo que hago, va contra la libertad, lo descartó.

Con respecto a Jiddu Krishnamurti, lo he leído desde hace unos cuarenta años, o puede que más. Y he tenido momentos -años- que no quería saber nada de él.

Pues, veía en él las mismas miserias que todos tenemos. Aunque la simpatía, afecto, por él y por su manera de vivir, con la que yo me veía reflejado, como si fuéramos amigos. Sólo eso.

Por supuesto, su parte hindú, también me atraía. Pues, había leído y estaba bastante informado sobre India, desde hacia muchos años antes de conocer a JK.

Por cierto, la primera vez que vi su foto en un libro, me pareció que era un homosexual -eso fue en los setenta del pasado siglo-.  

 

5673. Digamos que la percepción, la atención, es más rápida. Por eso, parece que sea más inteligente. Pero, sólo es la rapidez, la eficiencia de la conciencia a la hora de ver lo negativo y descartarlo.

Pero lo negativo, es creer en la dualidad, de lo bueno y lo malo. En los buenos y los malos. Cuando todos somos iguales de buenos, como igual de asesinos.

Mientras exista esa dualidad, de nosotros los buenos, y ellos los malos, no habrá liberación. Creo que JK, se resistía decirnos que éramos también asesinos -incluido él mismo-. Pues para sobrevivir, todos necesitamos matar. 

 

5674. Nada nuevo bajo el sol. Algunos les gusta ser vendedores de lo que sea. Parecen tan ignorantes.

 

5675. Me refería a que JK era demasiado suave. Nunca decía: No se fíen de mí. Yo, y ustedes somos también asesinos.

Era demasiado suave, por eso tenía ese aire afeminado en ese momento cuando lo conocí.

Él Tenía relación con los más ricos, la esposa del gobernador de India, que le dio una pensión vitalicia. 

 

5676. Ese es el misterio del amor: que cada cual ve a su amado como algo fuera de serie, ‘divino’. Pero, otros lo ven como algo normal, un ser humano vulgar, como todos, con su miseria humana.

Y el que se enamora de alguien, todo lo que hace su amado le parece bien, lo justifica. Encuentra las palabras adecuado para defenderlo, haga lo que haga. 

 

5677. Porque, aunque se diga lo contrario, JK y sus seguidores fanatizados, tenían sus reglas. Pues, toda institución lleva en sí el germen de la corrupción. 

 

5678. Sí, Vcky. El amor real lo ve todo tal como es, pero sin juicio. Pero, sea lo que sea lo que se haga: ya sea que nos guste o no el resultado de la acción del amor. 

 

5679. Todos somos básicamente iguales. Y diferentes en lo superficial: el color de la piel, de los ojos, la estatura, etc.

 

5680. Si somos aves de paso, también estamos dentro del paradigma de ser presas y apresadores. La vida, no es solamente cantos laudatorios. Están los dramas que todos pasamos. Pues nadie se escapa de ese proceso.

 

5681. JK fue un pequeño burgués, que quería ser un sannyasin. Y, por tanto, su revolución iba dirigida a los burgueses de la época en que vivió. Eso no quiere decir, que no se preocupara por los menos afortunados.

Pero un burgués, se tiene que relacionar, convivir con otros burgueses. Por lo que, no se le puede pedir lo que no podía hacer: vida de pobre, vida de los menos afortunados.

Y como en toda persona importante, hay muchas cosas que están ocultas y se hace todo lo necesario para que no se sepan.

Por eso, JK, era una persona vulgar y corriente, como todos, que había tenido acceso a información privilegiada: la sabiduría que transmitía.  

 

5682. Todo depende de la sabiduría que tenga. Pues, cuando uno cuestiona a otro, el otro también lo va a cuestionar. Y cuando se trata de derrocar al establishment, éste también quiere destruir al que lo quiere destruir a él.  

 

5683. ¿Es posible adivinar el futuro? Del todo no. Porque todo el futuro no lo podemos ver en su totalidad. No hay montaña tan alta para poder ver los accidentes del valle, los barrancos de la vida.