Torni Segarra

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1102. La motivación, es misteriosa, caprichosa. Es como el amor, el estar iluminado, el estar in y no out. Por eso, no se puede fabricar, o ir a la motivación.

Para que algo sea auténtico, verdadero, ha de venir como si fuera un regalo, algo imprevisto. 

 

1103. O sea, haz lo que te digo, pero no hagas lo que yo hago. Vaya ejemplo. Cuánta hipocresía.

 

1104. La nada, el vacío de la mente, lo es todo. Es un vacío, una nada, que no se puede explicar con palabras. Se tiene que vivir de una manera factual. Es decir, se tiene que ser la nada y el vacío. 

 

1105. Mejorados, desgraciados, no son palabras adecuadas para referirse a la manera como opera el universo, dios, etc. Pues, en una unidad total, absoluta, todo está unido.

Donde no hay perdedores ni ganadores. Pues todos somos como tornillos, correas de transmisión, una pieza cualquiera, de una máquina infinita, el universo. 

 

1106. Pero, no se dan cuenta que atacar a quien te apoya, te da sustento. Te podría dejar sin el poder, al dejar de apoyar con sus votos. Y entonces, el entramado del gobierno caería, no podría gobernar.

Y los políticos lo que más necesitan, es conquistar el poder y permanecer lo máximo posible en él. Por el poder, se miente, se falsea la realidad, se es cruel, brutal, violento, se hace la guerra.  

 

1107. ¿Somos conscientes de que esas situaciones, que sufren los más desafortunados, es debido a la manera tan corrupta e inmoral de vivir? Vivimos de manera tan egoísta, que no tenemos tiempo para observar detenidamente todo lo que está pasando a nuestro alrededor.

Si pudiéramos mirar a los pájaros, a los árboles, el azul del cielo, a la nube, sin la ansiedad, el estrés, entonces podríamos ver, ser conscientes de cómo vivimos. Seríamos conscientes de todo lo que sucede a nuestro alrededor. Y tendríamos la energía, el amor necesario para solucionar los problemas.

Pero, desaforadamente, eso no es así. Estamos siempre ocupados con nuestras vidas, derrochadoras, consumistas, llenas de deseos que no podemos satisfacer. Por lo que, vivimos neuróticamente ensimismados. Sin la capacidad de ver, de tener empatía, de tener inteligencia, para resolver los problemas, el desorden, la anarquía. 

 

1108. Eso no es de ahora. Eso, desde que el hombre va por la tierra, siempre ha sido así. Pues, la mentira, el engaño, la falsedad, son las armas de los cazadores de los hombres -que siempre se han matado entre ellos, sin ningún problema interno-. Pues, si de verdad sufriera, tuviera una conmoción, cuando mata, no lo haría. 

 

1109. Hablas con mucha contundencia, con gran seguridad. Pero, realmente tú no sabes lo que está sucediendo. Y ha sucedido: la crueldad, la brutalidad, la violencia, de un elefante contra una gacela.

Que está suelto, sin control, que se ha vuelto fanático, adicto a sus maneras arbitrarias. A su legalidad, fruto de la corrupción, la inmoralidad. Por eso, es que genera desorden, confusión, enfrentamiento, anarquía.

Por eso, esa legalidad que tanto cacareas, no sirve para nada, para que pueda llegar la paz. Esa legalidad, sólo sirve para perpetuar el estatus quo, corrupto, inmoral. Donde tan a gusto estáis, con vuestros abultados sueldos, con vuestras abultadas cuentas corrientes.

Mientras los otros, viven en la precariedad, en la pobreza, en la miseria. ¿No tenéis vergüenza, rubor, agobio de vivir de esa manera?

Por eso, es que no tenéis prestigio, ni influencia, ni atractivo. Por eso, solamente sois unos vulgares funcionarios, unos burócratas, fríos, indiferentes, insensibles.

 

1110. ¿Aquí no prescribe el delito, como sí que prescribe para los corruptos, ladrones?

 

1111. La religión sólo es una palabra manipulada. Que se refiere a una religión organizada, llena de superstición, idolatría, paganismo. Pero el verdadero peligro, son las creencias, las ideas, que convertimos en verdaderas. Y nos hacen fundamentalistas, fanáticos, dispuestos a enfrentarnos, pelearnos, por ellas. 

 

 

1112. La existencia de dios, no se puede demostrar. Porque, nosotros somos la parte. Y la parte, no puede abarcar al todo. Por lo que, lo que hay son sólo creencias, fe. Es decir, fanatismo, superstición.