Torni Segarra

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1817. El trabajo nuestro, es ver si podemos salir de esta situación, descartarla, cambiar. Y puede que ello sea posible, según el dolor que nos genera esa manera tan confusa y desordenada de vivir. Pues, según la intensidad del reto, así será su respuesta.

                

1818. Los poderos les falta sensibilidad. Sin sensibilidad no tendrán empatía, serán indiferentes al dolor que generan, la anarquía. Dicen que están en contra de la anarquía. Pero la generan. Pues la injusticia, los privilegios, la casta ha de provocar la respuesta de los que la sufren.

 

1819. Los que mandan son los que atizan con las bravatas, las mentiras, falsedades. Y a los más vulnerables, fanáticos, los incitan al odio. Ese odio que se ve en las televisiones y los periódicos, los medios de comunicación, favorables al nacionalismo centralista español.

 

1820. La vida es implacable. ¿Por qué? No se sabe. Esto hay que saberlo y descartar los designios de dioses, de santos. Nadie sabe por qué muere alguien y otro no. Si alguien nos va atropellar, si nos va a caer un rayo, enfermar, morir recién nacido, joven o viejo.

Todo es un misterio. Que unos quieren adivinar con supersticiones, religiones, ideas y teorías. Y esa es su desgracia, su miseria. Ya que generan división, desorden, confusión, amargura. 

 

1821. Puede que, eso sea peor el remedio que la enfermedad. Pues, toda exclusión, prohibición, va a generar problemas. Como que tarde o pronto, habrá unos que harán todo lo necesario para ir allí -una isla, un lugar tan ‘selecto’ sólo para mujeres-. Es como dejar solo a un rebaño en un lugar solitario, que siempre pueden ir los lobos, etc.

En Ibiza, hace treinta años, prohibían en algunos bares la entrada de hombres, era sólo para mujeres. En otro sitio no podían entrar mujeres, pues allí iban los gais. Pero, eso ¿qué sentido tiene, adónde va eso a parar? Pues, la mezcla es la vida misma. Los guetos, los clubs selectos, son la muerte. Necesitan la fuerza, la policía, para poder seguir tan selectos.  

 

1822. Gracias, por las palabras de la entrevista, Como si tus palabras fueran mías. Pues, estas personas a las que te refieres, son del mismo grupo político de los que cerraron Canal 9, RTVV. Porque, odian la cultura catalana. No pueden soportar que la gente haga uso del catalán.

Como son tan descarados, corruptos, ladrones, dijeron que era insostenible; pero, en vez de reducir la plantilla, con esa excusa, la cerraron totalmente para siempre. Dejando al País Valenciano, como el único que no tiene televisión autonómica.

De todo ello, ya hace cinco años.

También quiero decirte, que viví unos tres años en Ibiza, en el Puig des Molins.  

 

1823. ‘Creen que son más inteligentes de lo que son’. Es decir, el que dice que sabe, es que no sabe. Porque, todo no lo podemos saber. No podemos abarcar a la totalidad de la vida, del universo, en sus infinitas posibilidades. Puede que seamos como los animales, que no ‘dominan’ lo que hay más allá de ellos, de su condicionamiento, programación como un robot.

Nosotros, los seres humanos, no sabemos lo que hay fuera de la Vía Láctea; y más allá aun, Porque, nos tenemos que enfrentar con el infinito.

 

1824. Sin querer defender a nadie, pero tampoco atacar, hay que decir que las actitudes de los hombres ante las mujeres, no suelen ser tan correctas como se pretende por algunos. Los hombres, si lo son de verdad, tienen impulsos sexuales, que la vida nos da.

Y cuando ese impulso a veces se hace poderoso, es cuando el trato a nivel coloquial hacia las mujeres, adquiere un tono que a los demás les puede parecer grosero, maleducado, molesto para algunas mujeres y otros hombres. Más aún, si es en la intimidad de una conversación telefónica entre amigos, compañeros, donde la frontera de lo correcto e incorrecto no existe. Es como si dijéremos, que se está en un estado donde hay verdadera libertad de opinión.

El problema realmente grave llega, cuando un tercero, alguien -la policía, etc.- grava esas conversaciones, tan personales, íntimas. Y lo más grave aún se publican, por motivos políticos para intentar destruir, eliminar a alguien socialmente, políticamente. Y entonces, las televisiones que quieren destruir a la persona, gravada, se lanzan a la cacería cruel, repiten y repiten el mismo tema del odio, al contrario. Cuando nada más es, una conversación en la que uno se expresa realmente como es la vida.

Pues la vida, no es como a nosotros nos gustaría que fuera. Eso es una estupidez, la vida tiene sus maneras. Ahora, como nos hemos hecho, tan superficiales, somos tan ignorantes, no vemos cuando comemos jamón, pollo, cordero, ternera, etc., que antes ha tenido que haber una matanza sanguinaria, brutal, cruel, de los animales.

Por eso, el todo el peligro está, en la maldad de las personas, que intentamos destruirnos unos a otros. Y estamos siempre, buscando cualquier excusa para atacar, sobre todo los políticos y los que hacen como ellos. Los diarios, televisiones, radios, etc., que se ponen al servicio, trabajan para un partido, el gobierno, una fracción. Que quiere derrotar, destruir a otra fracción.

 Lo que quiere decir, cosa que tampoco no vemos, es que la vida es una guerra de todos contra todos. Cuando no lo hacemos, es porque no nos conviene o estamos descansando para volver a la lucha encarnizada, para destruir al otro. Sea quien sea, a padres y madres, a hermanos, a hijos, a abuelos, a parientes, a amigos, compañeros, a los vecinos, o a los que no conocemos.

Es decir, somos realmente unos falsos hipócritas. Y los más grave, es que no nos damos cuenta, o si lo vemos no le damos importancia, lo negamos.