Torni Segarra

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6979. Cuidado cuando dices a los otros que son criminales. Pues, tú y yo, si tuviéramos las mismas circunstancias, presiones, retos, etc., también podríamos ser criminales.

Cosa que ningún bando se da cuenta: que, si los otros son asesinos, ellos también lo son. 

 

6980. Ya no saben que inventar, fabular, meter miedo, para que llegue la coartada para volver a reprimir las libertades. Cada vez que pasa un día sin resolver el problema de libertad, más se complica. Y es desandar lo andado.

Luego, como siempre, el más poderoso, aplastará al más débil. Pero, eso no es democracia, eso no es igualdad, eso no es justo. Eso es cosa de dictadores, tiranos. Eso que dicen que no son, o que no quieren ser. Pero, los hechos son incontrovertibles.

Pero luego vendrá la respuesta, en forma de odio, de división, de conflicto, de enfrentamiento. Que es lo que quieren, para así enardecer a los vulnerables seguidores. Y que les den réditos electorales.

Pero, la miseria humana, sus mentiras, falsedades, proseguirán. Haciendo que todo sea más feo, más odioso, más subdesarrollado. 

 

6981. Eso es lo de siempre: los que mandan, los más ricos, los más agresivos, los más poderosos, violentos, indiferentes, hacen lo que les da la gana por todo el mundo. Esos ‘terroristas del mundo’, pueden decir lo que quieran comprar cadenas de televisión, diarios, etc., para que blanqueen sus maldades y la miseria que generan. Que ellos se encargan de ocultar. Porque es el odio, el que mueve a esos que mandan. Miren detenidamente cómo viven los que mandan y verán como todo encaja, es una realidad.

Pero, los culpables no son los políticos. Los culpables, son quienes les votan.   

 

6982. Si hubiera libertad, sin las falsedades y las mentiras, las encuestas no serían las de ahora. Eso es lo mismo que pasa con la monarquía, que, si hubiera libertad de información, sin miedo a las represalias, con la información verdadera de lo que es la monarquía. Los votantes en su contra subirían. Pues, las personas somos muy vulnerables a lo que leemos, cuando vemos la televisión, cuando nos comen el coco, nos lavan el cerebro.  

 

6983. ¿Por qué ese conflicto? ¿Los conflictos no se solucionan cuando sus causas se solucionan? Los conflictos no se solucionan, echando gasolina al fuego, para que se encienda todo. Ese recurso es de los cobardes, de los miedosos, de los crueles que se tornan violentos, llenos de odio.  

 

6984. ¿Vemos como todos son iguales? La ilusión nos engaña creyendo que mi grupo, mi nacionalismo es el verdaderamente bueno, el que generará el orden que necesitamos. Pero no, la ilusión es un delirio, una alucinación como si estuviéramos drogados.

Y por eso, es que pasa eso que está pasando: ‘Yo, tengo razón. Tú, no la tienes’. Y así, la guerra está servida. Y antes el precalentamiento de lo que está sucediendo.

¿Qué les parece que esa invasión, para romper ese acto cultural en una librería, se lo hubieran hecho a los suyos: los nacionalistas centralistas españoles?  

 

6985. ¿Y eso qué importa? ¿Eso es un pretexto para insultarle, despreciarle, quererlo destruir? ¿Has pensado que eso mismo alguien, que es más que tú -va más limpio- también te podría decir lo mismo, que eres una mugrosa, asquerosa? 

 

6986. ¿Eso que dices no es absurdo? Pues, todos los asesinos, los criminales en los que crees y defiendes, no les pasa nada ni dices nada sobre ellos, contra ellos. No puedes escaparte, no puedes huir de la realidad: todos somos iguales. Para sobrevivir, hay que hacer algún daño a los demás.

Tú se lo estás haciendo a esos que combates, quieres destruir. Y yo, con estas palabras, te estoy causando molestias. 

 

6987. Pero, ¿cómo comparas lo de París con lo de aquí? ¿Habéis perdido el norte? Según tú, si lo de París se hubiera hecho aquí, debería de haber miles y miles de muertos, decenas de miles de personas en prisión, la ley marcial, el fin de las libertades y garantías jurídicas. ¿No ves que estáis inflamados con vuestro nacionalismo centralista español?  

 

6988. Todos estamos programados, para ser lo que somos. Unos lo ven y viven con eso, aceptándolo. Pero, a veces llega la distracción, el desorden, la confusión. Y nos creemos que somos los únicos directores, que podemos elegir.  

 

6989. Lo que realmente somos, es la consciencia y su percepción. Donde no hay dualidad, ni división, ni comparación ni conflicto. Sólo existe eso que se ve. Sin nada más que el cuerpo, que es el vehículo de esa conciencia-percepción que ve.  

 

6990. Eso todo es una descripción del pasado. Que está bien. Pero lo que nos interesa es el presente, el ahora. Lo nuevo, lo que nadie ha tocado.