Torni Segarra

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1322. Todo ese proceso hacia la libertad de unos que se sienten oprimidos, humillados, maltratados, es tan viejo como la humanidad. Por tanto, todo depende de lo civilizados que seamos, que sean las dos partes.

Dicho esto, en todo pleito, reclamación sobre un agravio, una injusticia, si hay uno que es más poderoso, es el que más tiene que perder. Porque, es al más poderoso al que se le reclama por su abuso de fuerza, de poder. Cuando se abolió la esclavitud, los dueños de los esclavos pasaron una profunda y grave crisis.

Porque, pasaron de sólo dar de comer a sus esclavos a cambio de su trabajo. A tener que pagar en dinero un sueldo por su trabajo diario. Y como se comprenderá, como las personas somos egoístas, crueles, no querían aceptar esa abolición de la esclavitud. Dejar en libertad total, a los esclavos, sin ninguna dependencia de sus amos.

Pues, ahora en este pleito de una zona de un país, que se quiere liberar, independizar de otra, más grande y poderosa, pasa lo mismo. Pues la más grande y poderosa, que por serlo tiene más ventajas, impone sus leyes, reparte a su gusto el dinero que le aporta el territorio más pequeño. Que lo tiene sometido a las leyes que inventa para auto protegerse, que lo puede intervenir, bloquear, puede encerrar en la cárcel a las personas que defienden la libertad, bajo la acusación de sedición, quebrantamiento de la ley, incitación al odio, etc.

 La parte más grande y poderosa, del territorio común, de las dos en pleito, se opone absolutamente a la independencia. Por lo que, la disensión, el conflicto, que viene de varios siglos atrás, se eterniza, se transforma en irresoluble.

La parte más grande y poderosa, en su ignorancia de la condición humana -y la psicológica humanística-, está dispuesta a encerrar en prisión a las altas autoridades políticas que no obedezcan sus egoístas leyes, que van contra todo deseo de libertad, de justicia, de independencia. Creyendo que así, podrá vencer, quebrar su voluntad de libertad. Sin darse cuenta, que ese pleito, conflicto, guerra, ya sea repetido otras veces a lo lar de varios siglos.

Lo que quiere decir que, usando el símil de los esclavos, el amo y señor, no quiere aceptar el acto más sagrado, que es la libertad. Porque la libertad, es amor. Por lo que, está abocado a ser un tirano, un dictador, cruel y despiadado. 

 

1323. Cada vez que habla, se le nota lo que quiere disimular, esconder: que es una carca, facha de derechas, aunque viene de pobre. Que no se entera, de la verdad: porque miente creyéndose que todos son tontos, idiotas, que se dejan embaucar por sus marrullerías. 

 

1324. Toda violencia es peor para los que la hacen. Tengan razón o no, porque los enloquece. 

 

1325. Los nacionalistas centralistas españoles, ignorantes de la realidad, que incluye a la que se les ha escondido, creen que la vida es sólo el presente. Pues, la vida es perder, ganar, empatar.

Todos los problemas, aunque parezcan nuevos, son tan viejos como la misma humanidad. Así que, hay un problema que es el deseo de libertad. Porque estamos oprimidos, por alguien que es más poderoso física, brutal y cruelmente, que nosotros.

Y aunque en esa guerra eterna del poderoso, contra el menos poderoso, débil, inferior físicamente, las batallas se pierden o se ganan.

Pero nunca una tribu, un clan familiar, un país, un bloque como oriente u occidente, ganarán la guerra definitivamente.

Por lo que, la mejor victoria para todos, es la empatía, empatar con el contrario. Donde nadie pierde ni nadie gana.

De lo contrario, proseguirá la división, el conflicto, la violencia, la guerra. Proseguirá la amargura del sufrimiento, del dolor.

 

1326. El propósito es el amor. Pero, no un amor bobalicón. Sino un amor, que actúa como una máquina. Que da vida y mata a la vez. Que da placer, dicha, alegría. Y tristeza, sufrimiento, dolor.

Pues la vida es como es y no se puede cambiar. De mamera que, la aceptamos, la comprendemos. O todo irá a peor.

Buenos días. Gracias.  

 

1327. ¿Qué delator? Todo está unido. Y todo está relacionado con todo. Cuando a un médico se le muere un paciente, también se le puede achacar a él cierta culpabilidad por esa muerte. Pero, a la vida eso le importa un comino, no le importa nada.

Sólo cuando nos comportamos como buitres, que se alimentan de los muertos o de los moribundos, es cuando aparecen la palabra incompetente, delator, traidor, degenerado. Pero, eso es cosa de las personas, que se convierten en estatuas de sal, que se transforman de tanto mirar atrás.

 

Y se convierten en un obstáculo, para que la vida pueda ser en todo su esplendor. Ayudados o inducidos, por los tiranos, dictadores, que les han lavado el cerebro para que vean la vida, no como una unidad. Sino como una tragedia entre culpables o inocentes. Vean la vida, como una disputa, como un partido de fútbol, como una fatalidad, que nos lleva a la división, a la violencia, a la guerra.