Torni Segarra

Seleccionar página

3321. Lo estamos complicando todo. Desde el orden natural, de la naturaleza, ha de existir el castigo, la crueldad, la violencia. Para que, la ley del más fuerte prosiga. Porque, el más fuerte siempre es a costa del menos fuerte, el más débil. 

Pero, ahora llega alguien que habla de la compasión, del amor. Que es, abstenerse de hacer algún daño a los demás, sean quiénes sean. Unos puede que digan que eso es imposible, cuando se lo compara con la ley de la naturaleza, del más fuerte que se come al menos fuerte.

Decir que algo es imposible, psicológica y espiritualmente, no es adecuado. Porque, hay algunos que no les importa morir por no hacer daño a los demás. Los testigos de Jehová, los que eran reclamados para ir al frente para hacer la guerra, al negarse eran fusilados por los nazis en la última guerra mundial. Ellos lo sabían, pero preferían morir, que participar en las matanzas de la guerra.

Por eso, la ley de la naturaleza no tiene nada que ver, con la compasión, el amor. Por eso, el amor es sobrenatural, está más allá de toda lógica, sentido común, natural, de supervivencia. Como lo podemos ver, en los avances médicos, sanitarios, que no tienen nada que ver con las maneras de la naturaleza.

En el sentido de que, hace cien años, se morían por infecciones, etc., que ahora no nos afectan, gracias a los medicamentos, al haber más higiene, comodidades. Ahora, cualquier persona puede no ser ciega gracias a la cirugía, las lentes, etc.  

 

3322. Solamente nos falta compasión, amor. Sé que, dicho así, suena cosa de idiotas. Pero, cuando se pisa ese terreno de la compasión, entonces todo cambia. Aparece lo nuevo, lo que nunca habíamos pensado ni imaginado.

No esperemos la felicidad absoluta, que no vamos a envejecer, caer enfermos si nos toca. Sólo es la plenitud del orden, que genera la compasión, el amor. 

 

3323. Esa crítica, que, por lo visto, te molesta. ¿sirve para algo positivo o no? Lo positivo, no solamente es experimentar placer. Hay más, poner orden en el desorden. Si tú quieres vivir en el desorden de la injusticia, el desorden de que unos tienen de todo, les sobra, los destruyen.

Mientras unos, por la mala organización, mala logística, pasan hambre, se mueren por no tener nada que comer. Mientras, otros se gastan el dinero en la persecución del placer, la vanidad, la superficialidad. Generando el desorden, la miseria, que lleva a las mujeres jóvenes a prostituirse, a hace lo que no me atrevo a decir.

Y ese desorden, no sale de la pared. ¿Por qué se viola, se matan a mujeres que se resisten a ser violadas? Ahora lo hemos visto, por las fiestas donde se exponen la vida ante los toros -con toda la insensibilidad hacia los animales, a la propia vida-. Que luego, acompañado por la borrachera, la ingestión de drogas, la chulería machista, un grupo de cinco violan a una mujer, como si fueran a hacer una diversión cualquiera.

Y que, en su estupidez, se atreven a gravar y enviar para que vean lo machos que son, los salvajes que son. Así que, Elvira, todo está relacionado: todo es la consecuencia del desorden, del despilfarro, de la locura de querer experimentar, a todas horas, siempre placer.

 

3324. ¿Qué hará, o habrá hecho, esa persona que por todas partes ve enemigos? ¿No será que esa persona, teme los malos resultados, porque ha hecho muchas maldades? Asesinatos, espionaje y contraespionaje, robar lo que no es suyo.

Construir un campo de concentración, con altos muros de cemento, en una gran extensión de terreno, donde hay dos millones de personas. ¿Se imaginan eso que es, lo que significa? Por eso, es amigo de Trump.

Porque, los dos son iguales: racistas, ladrones, opresores de las personas, pasotas, sin vergüenza.

 

3325. ¿Puede uno ser artista cuando es corrupto, cuando cobra una fortuna por un lienzo, una tela pintada? Todo lo que triunfa, está podrido por la corrupción de los ricos poderosos. Por lo que los artistas, son como marionetas, dentro del torbellino de la vanidad, del dinero.   

 

3326. Como la vida es una guerra de todos contra todos. Cuando esa guerra, todavía no ha llegado a la violencia de las armas, de las muertes, etc. Hacemos la guerra criticándonos, hablando mal unos contra otros.

La cuestión es preguntarse: ¿Podemos vivir fuera del paradigma de la vida, de todos contra todos? ¿O, hay que vivir con eso, de manera que vayamos más allá de ese paradigma? 

 

3327. Es utópico. Porque, el observador es lo observado. Yo básicamente, tengo la misma maldad que tiene cualquier persona. La diferencia, es de nivel, de grado.

Pero, si el reto nos desborda. Vamos a hacer lo mismo, que hacen todos los que creemos que son inferiores espiritualmente: hacer la guerra, destruirnos unos a otros.

El reto es demasiado fuerte: ceder, renunciar, morir -que nos maten-.