Torni Segarra

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1. Gracias, Jahaziel, por facilitar este preciado documental. ""

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Lo que más me ha sorprendido de todo lo expuesto es la explicación que le dio Teresa de Calcuta, cuando una persona le dijo que un niño de quince años que se estaba muriendo en un centro de la orden, porque tenía una infección, que con solo llamar a un taxi y llevarlo al hospital se salvaría. Teresa de Calcuta le dijo: ‘No lo haré -llamar un taxi y llevar al niño a un hospital-, porque si llevo a uno tendré que llevar a todos’. Y esa misma explicación es la que dan los hindúes a ella, cuando no recogen a los moribundos desamparados, que hay por la calle, porque si recogen a uno han de recoger también a todos los demás.
Conclusión: santo que respira no vale nada.
Todo lo demás, las supersticiones, el fanatismo religioso contra el aborto, las ceremonias litúrgicas, los ritos, rezos, la obediencia inhumana y servil, casi como los animales, a los que mandan, los poderosos, etc., eso demuestra que el dinero y lo que hacía con él, era su negocio. Y, como los poderosos, tanto religiosos como los políticos, adinerados, etc., quisieron que resaltara y triunfara, esa fue su palanca. Y como todos los que triunfan, Teresa de Calcuta, tenía un descaro que rayaba con la locura.
 
2. Gracias, Juan, por la información. Solamente quiero añadir a todo lo dicho, que triunfar es la cosa más vulgar que existe, porque todos quieren triunfar. Es decir, triunfar es la cosa más mundana -no religiosa- que existe. Desde donde se genera todo el desorden, el caos, los hambrientos, los moribundos que viven y mueren por la calle. Así que, uno si no quiere tener parte en eso, ha de poner orden en su vida.
 
3. Cuando tú, Alejandro, te divides de los demás, estás botando -echando- la energía. La espiritualidad, es vivir sin conflicto, vivir más allá de la división.
 
4. Ernesto, lo que haces tú, también lo hago yo. Y al revés. Por tanto, no encuentro el inconveniente en que te moleste lo que escribo. Piénsalo bien. Y recuerda que el bien más profundo -ya que es el amor- es la libertad para poder mirar, ver en todas direcciones.
 
5. Para Carmen Enríquez, periodista. Colaboradora en programas de televisión, diarios, y de las revistas que tratan de las monarquías y los asuntos de la corte.
Te he visto hace unos días y hoy mismo. Gracias.
Algo que es difícil de entender. Es que alguien que venga de una familia pobre y maltratada por los ricos, trabaje para ellos y los defienda. En esa situación se encuentran los servidores de los reyes y las monarquías. ¿Qué motivos les inclina a trabajar para unas personas inmorales y corruptas, que han explotada a sus padres y abuelos, a sus ancestros? Por supuesto, que ese motivo es el de la necesidad para poder sobrevivir. Pero, no solo de pan vive el hombre, sino de algo que le viene dictado desde el interior de cada uno. Por tanto, todavía no está claro el hecho de que uno viva como un esclavo moderno, siempre al servicio del señor, el rey.
Los reyes, nacen ricos y se les educa como si fueran diferentes de los demás –que lo son en sus privilegios, sus maneras, sus facilidades domésticas-, pero a la hora de sufrir son exactamente iguales a todos. Por eso, creo que los que son siervos de un rey, los monárquicos, son personas sin dignidad. No es que no la tienen. La han perdido, de manera, que ya no la conocen. Es como aquéllos que van a la deriva por la calle, sin casa ni familia para vivir y dormir. Ellos, sí que sabían lo que era eso de tener una casa, etc., pero por las vueltas del destino lo han olvidado. Y por eso son capaces de hacer cosas que antes de perder la dignidad -que es el auto respeto y el respeto a los demás- nunca hubieran sido capaces de hacer.
He visto hombres gritar a los que estaban cerca de su rey, que ellos iban a defender con su vida si alguien le hiciera algo, algún mal, a su señor rey. Pero también he visto a alguien que le dijo a su caprichoso señor, rico, poderoso, aristócrata e influyente, basta ya, ahí se queda con su riqueza, su influencia y todo lo que ello lleva consigo. Aunque el precio que tuvo que pagar fuera, el que el señor lo tratara desde ese momento como un apestado. Los otros que estaban al tanto, al corriente, de lo sucedido se quedaron con su falsa seguridad, que por falta de otra esa era la más conveniente. Y por eso, los reyes, las monarquías, necesitan tantos policías, espías, militares, todo un ejército de siervos que le ríen las estupideces, las corrupciones y las inmoralidades.
La desgracia para los reyes, y la monarquía, es eso mismo que las sostiene: que son antidemocráticas en su esencia, nunca les votan directamente, siempre hay un intermediario que los presenta, los sostiene y dicen que los representa: los gobiernos títeres, que están dentro de la corrupción y la inmoralidad del sistema monárquico. Porque ellos reinan por la gracia de su dios, bendecidos por su iglesia y sus bien alimentados y pagados sacerdotes, donde hacen un tándem perfecto ayudándose mutuamente, los unos a los otros.
Para que un rey, y su corte de pelotas, puedan ser, es preciso un ejército de cómplices que le ayuden a todas horas y en todas las situaciones por ridículas y patéticas que sean. Y estos cómplices son los periodistas y sus potentes diarios, magazines, revistas, las cadenas de televisión, de radio, y sus programas tan superficiales, tan a la venta por un salario de miseria a cambio de algo que no tiene precio: la dignidad, la integridad, la moralidad, la actitud no corrupta. Aunque el responsable último sean los directores, y las empresas editoras, todos poderosos y ricos, que viven del mismo sistema, corrupto e inmortal, que hace posible que las monarquías y los reyes puedan ser presentados y vistos como algo necesario para el buen gobierno de un país.
 
6. Juan, no soy seguidor de nadie ni de nada. Ni tan siquiera sé qué es el Advaita Veda. No he leído nada sobre ello, más que lo que dicen en su grupo, que ellos mismo me unieron a él, sin yo solicitarlo. Si me envían algún comentario, lo contesto si lo creo oportuno. Si no me envían nada,  ni voy al grupo para ver lo que escriben.
Respecto a Teresa de Calcuta, vuelvo a decir lo que ya he dicho: ella tenía su negocio, como el que tienes tú y tengo yo, y lo tienen todos. Porque la vida es un negocio. La palabra negocio en inglés –business- se puede referir a casi todas las actividades de la vida. ¿Tan difícil y complicado  es esto de ver? Y si no lo ves, es porque estás identificado con ese personaje, estás aferrado a ella y a la religión organizada que representa.
Y también vuelvo a decir: nadie que está vivo puede ser santo. Y el que hace a alguien santo, es un ignorante. O es un espabilado, descarado, que quiere ampliar su negocio.