Torni Segarra

Seleccionar página

1. Cuando somos serios, sin huir de la realidad, nos damos cuenta que todo está unido indivisiblemente. Es como una pared de ladrillos, donde cada uno tiene el soporte de los demás, donde todos participan en la misma importancia. En la naturaleza sucede lo mismo, las nubes cargadas de agua la sueltan para que los árboles se rieguen, al igual que toda la tierra.
Ajunas personas, ignorantes y vulgares, creen que no participan de esa unidad indivisible. Pero sin esa relación entre ellas, en todos los ámbitos, la vida no podría ser. Pues para generar otro ser viviente es precisa la participación de esa unidad en su totalidad, desde las dos personas, hasta el médico, los parientes y amigos, los vecinos, los que hacen posible que haya alimentos en los supermercados, etc.
¿Por qué es que nos creemos que somos únicos, divididos, los mejores? ¿Es por un complejo de inferioridad, por qué estamos amargados, neuróticos, es por qué no nos hemos dado cuenta que estamos condicionados, que actuamos como el ordenador, una máquina, que está programado y de ahí no puede salir? Si vemos todo esto con toda claridad, como cuando nos quemamos la mano al tocar algo que está muy caliente, entonces, seremos capaces de ver toda la estupidez del creerse diferente, dividido, más importante que los demás.

2. Todos los problemas tienen su origen en la inatención, al estar distraídos. Por eso, cuando estamos intentos, quiere decir que estamos en desorden. Es como tener algo en la cocina, que está en el fuego cocinándose y nos olvidamos de ello, que seguramente se va a estropear si no vamos allí y nos damos cuenta.
En las relaciones sucede lo mismo: hay veces que no captamos los que nos dicen e informan, o todo lo que se dice lo acaparamos de manera creyendo que se dice exclusivamente para nosotros. Todas esas actitudes son porque no estamos completamente atentos a todo lo que se nos dice, a todo lo que está ocurriendo, al estar distraídos pensando con lo que tenemos que hacer, con la hora que es, emitiendo juicios sobre la persona, si nos gusta o no. Y todo eso nos divide. Y la división es el origen de toda inatención, de toda división que nos distrae de lo que está sucediendo, o nos pone neuróticos, paranoicos.

3. El vivir es relación, ya sea con el propio cuerpo, con otras personas, con el dinero, con todo lo que tenemos. Y como todos tenemos miedo de perder eso que tenemos, eso que somos, cuando nos sentimos libres, que es cuando estamos más allá de eso que queremos y necesitamos, nos tienen miedo.
Las personas queremos y necesitamos seguridad, y cuando se vive en la completa inseguridad es cuando los otros nos ven como un peligro, alguien que va contra todo lo que les da seguridad. Y es por eso, que al ser libre es cuando uno está realmente solo. Esa soledad no es negativa ni estar neurótico, aislado, pues uno pude ir donde quiera sin rehuir a nadie.

4. Somos átomos y somos nada. Y ésta nada puede que sea lo que no podemos ver con los ojos.

5. Todas las personas somos básicamente iguales en lo psicológico, ¿no se han dado cuenta? Todas pasamos por lo mismo: soledad, impotencia ante los hechos que nos molestan, miedo, tener deseos para satisfacer nuestras necesidades. Por lo que eso que pedimos a los otros que hagan con respecto a nosotros, ellos también nos lo piden, dicen lo mismo. Todos queremos que se nos comprenda, que se nos dé lo que creemos que es nuestro, que decimos que es nuestro derecho.
Por eso, es uno el que tiene que hacer con los otros lo que quiera que le hagan a él. Ese es todo el problema que no podemos eludir, si es que somos serios, honestos, sinceros, con ganas de solucionar los desafíos que todos tenemos, que nos perturban y nos hacen sufrir.

6. ¿Qué es el amor verdadero? ¿El amor tiene varias etapas y niveles, o el amor es o no es? Cuando el amor es, lo es para todos lo que lo perciben y reciben. Cuando uno lo tiene no se preocupa a quien se lo da o no. Pues todo lo que haga: caminar, hablar, comer, ir de un sitio a otro, trabajar, etc., el amor estará ahí. El amor es como la fragancia de las flores, ellas solamente la tienen y luego se esparce para los que la puedan percibir.

7. Para detener la miseria humana no hay que decirlo, hay que hacerlo posible. De manera que si no la comprendemos, si no comprendemos cuáles son sus causas, su origen, la miseria humana siempre estará en nosotros.
El ver claramente algo hace posible su comprensión. Y sin comprensión, no hay manera de ir más allá de la miseria y sus males que nos provoca.

8. La relatividad es ir más allá del tiempo y el espacio, de manera que en un momento dado no sabemos dónde estamos, ni controlamos la medida exacta del tiempo cronológico que está pasando.

9. El que pueda cambiar la vida de la noche a la mañana, a cada instante, es lo que más nos perturba y molesta. Pues las personas necesitamos la seguridad de lo conocido, y en todo cambio esa seguridad se destruye, desaparece. Pero la vida es como es y no podemos huir de eso que es, la realidad.
Por lo que, al comprender el hecho de lo qué es la vida, de lo que es nuestra vida, es lo que hace que los cambios los podamos soportar sin volvernos amargados ni neuróticos. Por lo que el cambio se convierte en una oportunidad de ir más allá de todo lo que nos agobia y molesta. De manera que el cambio es como cuando dormimos o descansamos, que nos reconstituye, descasamos, nos reponemos, haciéndonos ágiles y frescos.

10. ¿Nos hemos dado cuenta que cuando perdonamos también nos hemos de perdonar a nosotros mismos? El perdonar es lo mismo que amar. ¿Podemos amar a las personas, a los animales, a los árboles, sin amarnos a nosotros? Todo ha de empezar en uno y todo lo demás llegará por la fuerza de los hechos, como cuando después de la oscuridad de la noche llega la luz del sol, de un nuevo día.

11. Cuando nos damos cuenta que hagamos lo que hagamos, vamos a tener dificultades, contratiempos y problemas, es cuando vemos la inutilidad de todos esos deseos que queremos conseguir, al creer que consiguiéndolos vamos a tener la felicidad con eso que hemos conseguido. Ya sea una persona, una casa, un mejor empleo, un cambio del lugar donde vivimos.
La vida es un problema, dificultades en todos los ámbitos. Así que hasta que no lo veamos< y comprendamos, esos deseo que nos perturban y descontrolan, seguirán generando el desorden en nuestras vidas.